La Cruz Roja reanudó este domingo las operaciones en la ciudad de Salamanca, en el estado de Guanajuato, después de que la noche del sábado suspendiera sus actividades después de que un grupo armado atacara a una ambulancia.

Durante una reunión con autoridades municipales, estatales y federales, se acordó que las fuerzas de seguridad estatales resguarden las ambulancias de la institución, de modo que la Cruz Roja aceptó reactivar su servicio.

La alcaldesa de Salamanca, Beatriz Hernández Cruz, informó a la prensa que las fuerzas de seguridad aceptaron apoyar a los paramédicos "en aquellos casos en que por la zona o por ciertas características del reporte, se considere que pudiera existir algún riesgo".

La alcaldesa se comprometió además a destinar los recursos que sean necesarios para reforzar la operatividad de Cruz Roja en la ciudad y que la atención sanitaria mejore.

Esta mañana, la institución anunció mediante un comunicado que cerraba sus puertos "hasta nuevo aviso por cuestiones de seguridad" y añadía que "no se brindará servicio médico en sus instalaciones ni se atenderán urgencias con las ambulancias".

Anoche, una ambulancia de la institución fue interceptada por un grupo armado a fin de llevarse a un herido por arma de fuego que estaba siendo trasladado en el vehículo.

Según las autoridades, el herido bajó por su propio pie de la ambulancia y subió al vehículo del grupo armado.

"Pedimos a toda la ciudadanía comprensión, todos los que somos voluntarios en esta noble institución creemos en su misión llena de un espíritu humanitario que nos guía, pero en este momento debemos cuidar nuestra integridad", señaló la institución.

Paramédicos del Cuerpo de Bomberos de Salamanca se dispusieron a atender las contingencias que se presenten en este municipio de 273 mil 271 habitantes, informaron las autoridades locales.

Salamanca es un municipio estratégico ya que aquí se encuentra la principal refinería del centro de México, donde el robo de combustibles ha generado violentas disputas entre el Cártel Jalisco Nueva Generación y el Cártel Santa Rosa de Lima.

Con apoyo de la Marina Armada y el Ejército, las autoridades estatales irrumpieron la madrugada del 4 de marzo en el poblado de Santa Rosa de Lima, a unos 35 kilómetros de Salamanca, pero no lograron detener a José Antonio Yépez, líder del cártel.

Como represalia, la madrugada del 9 de marzo un comando irrumpió en un bar de Salamanca y asesinó a tiros a 15 personas, dejando otras cinco gravemente heridas.

La masacre ocurrió un día después de la primera visita oficial a Guanajuato del presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, en la que refrendó su decisión de combatir el robo de combustible, que ha provocado a la estatal Petróleos Mexicanos (Pemex) pérdidas anuales de 65 mil millones de pesos (unos 3 mil 334 millones de dólares).