VERACRUZ.- El robo es el principal móvil que manejan las autoridades ministeriales en el asesinato de los dos sacerdotes católicos que ocurrió el lunes pasado en Veracruz.

El fiscal general del estado, Luis Ángel Bravo Contreras, informó que Alejo Nabor Jiménez Juárez y José Alfredo Jiménez Suárez, los dos religiosos que fueron victimados en Poza Rica, habían convivido e incluso ingirieron bebidas embriagantes con sus victimarios.

El funcionario aclaró que el crimen de los curas no tiene relación con la delincuencia organizada, sino más bien con una discusión al calor de las copas que derivó en el robo y el asesinato.

“Tenemos objetivos por detectar y desde luego estaremos acudiendo a los jueces para hacer lo que conforme a derecho procede, pero en lo que compete a la fiscalía, reiteró, se descarta que los curas hayan sido objetivos de delincuencia organizada”, afirmó Bravo Contreras.

“Quiero dejar en claro un tema en el que víctimas y victimarios se conocía, estaban conviviendo, tomando licor y en la descomposición, entiendo que por el licor de la fiesta, se suscitaron los hechos que se tornaron violentos”, dijo el fiscal Bravo Contreras.

Papa da su pésame
El papa Francisco envió sus condolencias por las muertes del párroco y el vicario de Papantla. 

En una carta difundida por la Conferencia del Episcopado Mexicano enviada al obispo de Papantla, José Trinidad Zapata Ortiz, el Pontífice manifesta su firme condena a todo atentado a la vida y la dignidad de las personas, reprobando cualquier hecho violento.

EL HECHO
>  Las víctimas y victimarios bebían alcohol y al calor de las copas hubo una discusión que terminó en el robo de cinco mil pesos y de un vehículo propiedad de uno de los sacerdotes.