Por: Édgar Luna Cruz

CIUDAD DE MÉXICO.- Rubens Sambuenza no sólo ha cambiado de color de camiseta, de ciudad y hasta de número, también, parece, ha cambiado de actitud, porque su relación con los árbitros parece mejorar. 

Aunque en cinco juegos en los que ha participado se ha ganado tres tarjetas amarillas, sus “famosos” reclamos que acababan en expulsiones, ya no son tan constantes. ¿Hay un nuevo Sambueza en el diablo?

“Pero si siempre he sido así, —se extraña el volante rojo—. Lo que pasa es que los árbitros toman (las charlas) de mala manera. No sé si ellos pensaban que trataba de protestar siempre, pero no... uno trataba de hablar de la mejor forma”.

La fama que traía a cuestas el argentino parece que se ha disipado, “lo dije en mi presentación... A veces ni me quiero acercar a ellos para que no piensen nada malo, pero en fin. Trato de disfrutar, es un placer estar en la cancha”.

Mas los rivales saben de sus antecedentes y en los partidos lo encaran, lo molestan, lo provocan para que Rubens saque el diablo que lleva dentro. “Sí —reconoce—, me quieren enganchar, pero el árbitro (del juego contra Veracruz, Luis Enrique Santander) se dio cuenta que uno no va con mala intención, a pesar de que te comenten muchas faltas”.

Parecería que con esta nueva actitud, Sambueza está limpiando su imagen, pero él lo ve de otra forma: “Estoy disfrutando el poder jugar estar en otro centenario. Yo quiero absorber el futbol al máximo. Ahora tengo el privilegio de estar en el vestidor con ‘Sinha’ (Antonio Naelson), que ya se va a retirar y las cosas que comenta al grupo en el vestidor son muy importantes y además estar con él en la cancha es un privilegio, un lujo”.

Así que parece que hay un nuevo Rubens Sambueza en México, un Sambueza que trata de mostrar otra cara con los árbitros, porque su futbol, el que todos conocen, ya enamora a la gente del Toluca.