BRASILIA.- La presidenta brasileña, Dilma Rousseff, afirmó, que puede iniciar un juicio con miras a su destitución y separarla del cargo, que está “cansada de los desleales y los traidores, pero no de luchar”.

En el que pudo haber sido el último acto público de su mandato, Rousseff animó a las asistentes a una conferencia sobre políticas para las mujeres a “luchar”, porque Brasil “también está cansado de los desleales, traidores y golpistas”.

La respuesta fue inmediata, con un coro que gritó “no habrá golpe, habrá lucha”, una frase que se convirtió en un himno en todas las manifestaciones.

Rousseff volvió a negar que las maniobras fiscales irregulares que se le atribuyen constituyan un “crimen de responsabilidad”, que es como la Constitución define las causas para la destitución de un mandatario, y reiteró su tesis de que la democracia brasileña está en riesgo. 

El dato
> La presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, retiró fotografías personales y vació los estantes de su despacho, ubicado en el tercer piso del Palacio de Planalto.
> Lo que se interpreta como una señal de que se habría resignado a terminar antes su mandato, en vísperas de que el Senado vote este miércoles el juicio político en su contra.

Con información de agencias