¿Logró tranquilizarse Nico Rosberg? ¿Está en forma Lewis Hamilton tras su fiesta de campeón? ¿Podrá evitar Sebastian Vettel que el británico iguale uno de sus récords? El regreso de la Fórmula 1 a México dará respuesta a esas preguntas.

Ninguno de los actuales pilotos de la parrilla tuvo nunca que competir en las extremas condiciones que lo harán en el Autódromo Hermanos Rodríguez, a 2,285 metros de altitud.

Los dos títulos del campeonato están ya asegurados. Hamilton ganó el de pilotos el pasado Gran Premio en Austin, mientras que su equipo Mercedes tiene el de constructores desde Sochi.

Por primera vez, el británico puede disfrutar de las últimas carreras sin la presión de pelear por el campeonato. Pero su ambición de hacerse eterno en la Fórmula 1 sigue siendo grande: "Mi objetivo es entrar en los libros de historia como el primer ganador de la era moderna del Gran Premio de México".

En cualquier caso, eso no es impedimento para que el piloto inglés siga con ánimo de fiesta después de su celebración del título en un piano bar de Austin. El miércoles, el campeón se atrevió incluso a subir a un ring de lucha libre para hacer un pequeño "show" con el enmascarado "Místico".

¿Será todo relajado en el fino aire de Ciudad de México, en un circuito donde se alcanzan velocidades por encima de los 360 kilómetros por hora?

Ni su compañero de equipo, Rosberg, ni el segundo clasificado, Vettel, de Ferrari, parecen dispuestos a estropear el serial de festejos del hasta ahora casi intocable Hamilton.

Rosberg mostró su enfado tras la carrera en Austin, cuando en la ceremonia de premiación devolvió de muy malos modos a Hamilton una gorra de publicidad que el británico le había lanzado antes.

"Tras la carrera se habló mucho sobre la relación entre nuestros pilotos y mucho de eso era solo humo", dijo el jefe del equipo, Toto Wolff, tratando de calmar los ánimos.

El alemán, sin embargo, dejó pocas dudas sobre el ambiente en el motorhome cuando le preguntaron cuánto tiempo podrán mantener aún la cordialidad Hamilton y él. "No lo sé", respondió.

En cualquier caso, Rosberg necesita urgentemente un éxito. Al fin y al cabo, se habla más sobre la posibilidad de un duelo de gigantes en 2016 entre el tricampeón Hamilton y el tetracampeón Vettel que de las posibilidades de Rosberg de ganar un título.

Vettel tiene sus propios motivos para detener al británico. Si lo hace, impedirá que iguale el récord de 13 victorias en una temporada que comparte el de Ferrari con su compatriota Michael Schumacher. Hamilton tiene hasta ahora 10 en 2015.

En la megaurbe mexicana, sin embargo, no es Vettel el que sonríe desde gigantes afiches a los millones de vehículos que transitan por sus abarrotadas calles, sino su piloto reserva, Esteban Gutiérrez.

El mexicano es junto a Sergio Pérez, piloto de Force India, el rostro de la Fórmula 1 en un país conocido por su entusiasmo por el automovilismo y que no recibía un Gran Premio desde hacía 23 años.

"La carrera se convertirá en un clásico de la Fórmula 1 moderna", advirtió Pérez.

En 1992, en el último Gran Premio de México, ganó por cierto un británico, Nigel Mansell. El tercero fue Michael Schumacher. Fue el primer podio para el hombre que más tarde ganaría siete campeonatos y 91 Grandes Premios. México parece un buen lugar para continuar con los duelos anglo-alemanes en la Fórmula 1.

Alonso, Sainz y Maldonado coinciden, “F1 en México será espectacular

El Gran Premio de México de Fórmula 1 del domingo ha provocado una gran expectación entre los principales pilotos que correrán el domingo en el remodelado Autódromo Hermanos Rodríguez: "Será espectacular", coincidieron.

"Hay una gran expectativa entre nosotros, tal vez sea la mayor expectación para todos", dijo el piloto de Lotus, el venezolano Pastor Maldonado, al hacer referencia a las expectativas que ha generado la carrera en la capital mexicana.

En conferencia de prensa durante la jornada previa a las pruebas de cálificación, Maldonado destacó que el sentimiento que le genera correr en México es "muy especial" por varias razones.

"Está muy cerca de mi país, en Latinoamérica, se habla español y porque tengo muchos amigos aquí", explicó el piloto sudamericano.

Y agregó: "Sin duda es difícil predecir algo antes de correr en la pista y de probar los autos. Estoy cien por ciento seguro de que va a ser un gran espectáculo para todos".

"Estaba muy sorprendido con las gradas, especialmente las del último sector y la entrada al estadio", dijo al referirse al viejo campo de béisbol que fue desmontado y sólo se preservaron las gradas. "Creo que es algo especial", coincidió el piloto español Carlos Sainz, de Toro Rosso.

El mexicano Sergio Pérez, de Force India, por su parte, se mostró contento por los comentarios expresados por los pilotos y por lo bien que la están pasando en su país. "Eso me hace sentirme muy orgulloso de lo que hemos hecho. Sin duda es un gran circuito".

El piloto de McLaren, el español Fernando Alonso hizo referencia al ambiente que se vive en México y que calificó de "asombroso".

"Es una de las cosas que necesitamos difrutar y experimentar", expresó Alonso, que ya tiene 32 victorias en Grandes Premios en su haber.

"Es imposible predecir cómo será una carrera. No debemos juzgar el domingo por la tarde cómo fue. En Rusia vimos una aburrida carrera el primer año y una extraordinaria carrera en el segundo y el circuito fue exactamente el mismo. Algunas veces en el fútbol puedes ver un empate sin goles, algunas otras un triunfo 5-4. Es difícil predecir en este deporte. Primero necesitamos disfrutar este fin de semana y luego hacer una buena carrera para los aficionados", dijo Alonso.

El británico Lewis Hamilton, que la semana conquistó su tercer título de Fórmula 1 al vencer por delante del alemán Nico Rosberg en el Gran Premio de Estados Unidos, pensó de igual manera: "Conozco el sentimiento de los mexicanos y creo que será un fin de semana espectacular. Es lo que creo".

"Desde el simulador luce muy asombroso (el circuito) y sé que generalmente es la multitud la que realmente hace el ambiente el fin de semana. He escuchado que esta semana todo ha sido vendido", concluyó Hamilton.

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