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¡A romper el protocolo real!
El 19 de mayo, la ahora exactriz, Meghan Markle y Enrique de Inglaterra protagonizarán la boda real del año y ante la inminente llegada del tercer hijo de los duque de Cambridge –que será el tercero en la sucesión- la posibilidad de Enrique ostente algún la corona es cada vez menor, por lo que la pareja no teme romper el protocolo durante la ceremonia de su matrimonio.
La capilla de San Jorge, en el castillo de Windsor, será el escenario en donde Markle planea salirse de las normas, tal como dio a conocer el rotativo The Sunday Times, ella pronunciará un discurso con el que rendirá un tributo a su esposo y agradecerá a Isabel II.
“Quiere tener la oportunidad de dar las gracias a su esposo y a todos quienes les han apoyado. Enrique lo apoya totalmente”, ha dicho una fuente de The Telegraph.
Solo en una ocasión se ha visto juntas a la reina y a Markle, fue durante la misa de Navidad en Sandringham. Aunque también estuvieron juntas en el tradicional almuerzo navideño celebrado en el palacio de Buckingham, otro de los momentos en los que la pareja rompió el protocolo, pues a este tipo de reuniones, hasta la fecha, solo acudían las parejas de los miembros de la familia real británica una vez casados.
Existen rumores de que la que fuera protagonista de “Suits” desea que quien la lleve al altar sea su madre y no su padre, como dicta la tradición. Sin embargo este último detalle es algo que según Samantha Markle, medio hermana de la futura novia, no se va a producir. Según ella, será su padre quien la acompaña en su camino hacia el altar.
Meghan Markle tiene una relación muy cercana con su madre, una profesora de yoga en Los Ángeles, motivo por el que el propio príncipe se saltó la tradición y les pidió, a ella y a su padre, a la mano de su hija. Pero mientras que con Radland lo hizo en persona, al parecer al padre de Markle simplemente le llamó por teléfono. Y según los medios a Thomas Markle tampoco se le va a dar la oportunidad de hacer un discurso en la recepción de la boda, como suelen hacer los padres de la novia.
Hay aún muchos detalles por descubrir de su próxima boda. Más allá de saber cómo y quién diseñará el vestido de novia, Enrique, de 33 años, todavía no ha indicado quién será su padrino, aunque los medios británicos apuntan que se espera que el elegido sea su hermano mayor, el príncipe Guillermo. También habrá que ver si Jorge y Carlota de Cambridge, hijos del príncipe Guillermo y Kate Middleton, tienen alguna participación en la ceremonia, como ya lo hicieran en la boda de su tía Pippa Middleton el pasado mes de mayo.
Tras la boda, la monarca británica otorgará previsiblemente a Enrique y Meghan un título nobiliario, como hizo con Guillermo y su esposa, Catalina, a quienes nombró duques de Cambridge. Según los medios británicos, Enrique y Markle podrían recibir el ducado de Sussex, que permanece vacante desde 1843.