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Romances de oficina, más comunes de lo que se creía
El Día de San Valentín quedó atrás, y con algo de suerte sentiste el flechazo de Cupido. Esperamos que no haya sido en el trabajo.
En una nueva encuesta hecha por Vault, el 50% de los consultados reveló haber tenido una relación amorosa con un/a compañero/a de trabajo.
Y si bien muchos estadounidenses encuentran a su media naranja en el espacio de trabajo, el estudio de Vault también revela el lado oscuro de los romances de oficina. Hay un motivo por el cual el 29% de los hombres y el 43% de las mujeres no volverían a tener una aventura en la oficina.
Infidelidad
El 19% de los consultados admitió haber tenido una relación en el trabajo en la cual por lo menos uno de los dos miembros estaba casado o en una relación de largo plazo, según Vault.
Y si crees que logras mantener en secreto tu aventura en el trabajo, piénsalo bien.
El 46% de los consultados afirmó que sabía que estaba ocurriendo un caso extramarital en su oficina.
La infidelidad, claro, es responsabilidad de los involucrados, pero el lugar de trabajo podría facilitar la formación de relaciones inapropiadas.
La mayoría de las relaciones infieles empiezan como algo mucho más inocente, afirma Shirley Glass en su libro “Not Just Friends”, según Focus on the Family.
“La nueva infidelidad se da entre gente que inadvertidamente establece conexiones profundas y apasionadas antes de advertir que cruzó el límite entre una amistad platónica y el amor”, sostuvo Glass.
Glass afirmó que un 80% de los casos de infidelidad que observa consisten en relaciones que empiezan como meras amistades, por lo general en el espacio de trabajo.
“El ambiente laboral de hoy se ha transformado en la nueva zona de peligro para la atracción romántica y la oportunidad”, sostuvo Glass.
De acuerdo a Vault, las consecuencias de la infidelidad en el ambiente de trabajo suelen ser severas. Un 25% de los que tuvieron una aventura en él enfrentaron divorcios o el fin de una relación debido a ello. El 12% afirmó que su aventura afectó su carrera.
De la cama al ascenso
Una relación entre superiores y subordinados suele ser tabú. Además del hecho de que muchas empresas tienen políticas contra eso, el 33% de los consultados por la encuesta de Vault opinó que es “inaceptable”.
Lo que no impide que la gente entre en una.
Según Vault, el 23% de los consultados declaró que había salido con un/a subordinado/a y el 16% admitió hacerlo con un/a superior. En estos casos, los superiores solían ser hombres y los subordinados, mujeres.
El problema con estos romances es que pueden generar relaciones quid pro quo, una expresión latina que significa “esto por aquello”.
En casos extremos, las relaciones quid pro quo pueden constituir acoso sexual si crean un ambiente de trabajo intimidante u hostil.
Mark Kluger, abogado en cuestiones laborales, advierte a los dueños de empresas que tengan cautela respecto a este tipo de relaciones:
“Quiero que los gerentes sepan el peligro que estas relaciones entrañan para ellos y para la empresa”, declaró a Bloomberg Business. “Cualquier supervisor en una relación amorosa con un subordinado es inmediatamente vulnerable a denuncias de acoso sexual quid pro quo”.
Incluso si tu romance laboral no provoca una relación de poder inapropiada, puede que tus compañeros sientan que sí.
“El principal problema es que si un supervisor y un subordinado tienen una relación amorosa, su relación laboral se complicará inmediatamente por la percepción de favoritismo”, declaró Kluger a Bloomberg Business.
Es lo que confirman los datos, ya que Vault informa que un tercio de los participantes de la encuesta creía que su compañero/a de trabajo obtenía ventajas profesionales mediante un romance en el trabajo y el 26% sostuvo que eso lo ponía incómodo.
Menos productividad
Cuando llega el romance y se sienten mariposas en el estómago por una nueva relación, surge una pregunta en la que nadie quiere pensar: ¿y si la cosa no resulta?
Pero es lo que pasa muchas veces, y Dianne Shaddock Austin, presidenta de Easy Small Business HR, le contó a Business News Daily los efectos negativos para el ambiente laboral cuando los amantes de oficina se pelean.
“Los romances de oficina que terminan mal pueden traer consecuencias para el ambiente de trabajo diario”, afirmó Austin. “Puede que los empleadores se encuentren lidiando con problemas como una merma de la productividad o mediando entre empleados que ya no trabajan colaborativamente juntos”.
En parte puede ser por eso que la encuesta de Vault reveló que el 30% de la gente dijo que los romances de oficina no deberían darse entre personas que trabajan juntas en un proyecto y el 24% dijo que personas en el mismo departamento no deberían unirse.
Si bien los efectos dañinos de una separación en malos términos pueden afectar en forma duradera el ambiente de trabajo, la productividad puede disminuir incluso si relación va bien.
Austin declaró a Business News Daily que los empleadores deberían pensar en prohibir comportamientos que distraigan del trabajo, como “conversaciones amorosas o sexualmente explícitas, manifestaciones de afecto en público como abrazarse, besarse, tocarse, mandar besos, guiñar el ojo y organizar encuentros románticos en terrenos de la oficina”.
Sin embargo, las políticas y las prohibiciones nunca frenaron realmente a nadie.
De acuerdo a la encuesta de Vault, el 32% de las aventuras en el trabajo conlleva algún tipo de “cita” o encuentro en él. No sólo eso: el 5% dijo que los habían “pescado in fraganti”.
Estos contactos en la oficina también pueden afectar a otros empleados, sostuvo Austin, ya que pueden generar chismes y rumores, lo cual, además de perturbar la productividad de la oficina, puede darle mala imagen de la empresa si se expone.
Para ser realistas, no se pueden prohibir los romances en la oficina, ni siquiera regularlos por completo. No sólo porque muchos se dan en secreto, sino también porque muchas aventuras en el espacio de trabajo terminan como relaciones exitosas de larga duración.
La revista Slate informó que el 22% de las parejas casadas se conoció en el trabajo.
Pero aquellos empleadores y empleados mordidos por el bichito del amor deberían tener en cuenta los riesgos y responsabilidades de los romances en el trabajo.