Rolando las pompas fúnebres

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Rolando las pompas fúnebres

A la mayoría de los priistas no nos extraña en lo absoluto la muerte del PRI en Parras, ciudad que fue considerada cuna de la Revolución y que ahora es el nacimiento de un nuevo cacicazgo de apellido Madero, el reverso de aquel mártir que ofrendó su vida por el sufragio efectivo y la no reelección, tragedia cuya nueva historia se escribe como farsa, donde los sepultureros del PRI entierran a su propio instituto político porque, es cierto, hoy Parras es el principio del fin del otrora gran partido de la Revolución.

Y es obvio que en la funeraria Moya de Parras se hagan la siguiente pregunta: ¿qué vela tiene en este entierro Rolando Marcos Ramones, expresidente del PRI municipal y exalcalde de Parras?, la respuesta es muy sencilla, que don Rolando es uno de los sepultureros del PRI de este municipio, de acuerdo al acta de defunción firmada en la propia sede del tricolor, cuando Marcos Ramones y el zascandil Jorge Martínez Garza, ambos, primo y concuño del cacique Evaristo Madero Marcos, lo llevaron a la sede municipal del PRI para reiterar que en nuestro partido no habría más candidatos en las contiendas locales, lo cual anula a la militancia y condena al tricolor a ser sólo un partido testimonial en los comicios locales.

Y aquí se equivoca el candidato José Antonio Meade al afirmar que rumbo al 1 de julio no ve “ni traiciones ni brazos caídos” en el PRI, porque en Parras los tricolores no votarán por Meade en respuesta a que el PRI municipal ha sido relegado a partido testimonial por el cacique del Verde, Evaristo Madero Marcos, el “Putin de Parras”, que va por su cuarta elección acompañado de un nepotismo brutal.

Y es que Evaristo ha convertido su régimen en un verdadero spoils system, anglicismo que describe el abuso de poder de un gobierno que distribuye entre parientes, concubinas y servidumbre los cargos públicos.

Hoy, cuando en las democracias avanzadas se ha erradicado el nocivo spoils system para dar paso al principio de selección a base de méritos, en Parras se arraiga el antiguo sistema de repartición de botín, que es la peor connotación de la frase: to the victor go the spoils, que significa que el vencedor se lleva todo el botín.

Y en Coahuila, donde el sistema anticorrupción es una pantomima que cuesta cientos de millones, ninguna instancia detecta el nepotismo del cacique Verde en Parras, benefactor de toda su parentela y de su empresa, donde parte de la nómina es sufragada por el municipio.

Y conste que cuando un delegado del PRI recibió la queja de los priistas de Parras por este abuso clientelar del cacique, el famoso “Agujita” Villarreal le llamó a “Cuco” Sandoval para solicitar posiciones para la militancia priista y don “Cuco” le ha puesto una pedorriza que Villarreal casi se le hinca para pedirle perdón.

Y es que el botín de Parras se reparte sólo para parientes, amasias y empleados del cacique; Armando Marcos (primo), Jorge Martínez (concuño), Gabriela Carrillo (prima), Sergio Madero (tío), Agustín Madero (primo), Elizabeth Murra (prima), Elisa Murra (esposa), Chato Jaramillo (empleado de su restaurante), Paulino González (contador de su empresa), Armando Aguilar (portero de su taller), entre otros.

Aún no sabemos si Rolando Marcos Ramones, el de las pompas fúnebres, está en la nómina. Lo más probable es que sí, como asesor presidencial y sepulturero del PRI.