El suizo abrió la acción en la octava jornada con un claro triunfo ante Steve Johnson (29º) por 6-2, 6-3 y 7-5. Para el número 3 del mundo, es el momento de demostrar si tiene actualidad para vestirse de candidato ante la eliminación del Nº1. Precisamente, el serbio había superado al suizo en las dos finales pasadas en Londres y ahora no está en su camino en lo que se presumía iba a ser una semi.

En el primer set, Federer levantó una chance de quiebre en el quinto juego y luego logró el primer rompimiento del partido en el sexto. Allí empezó a abrir el duelo. Se afirmó con el saque, soltó más la derecha, que le corrió mucho, y pudo hacer estragos ante un rival en ascenso, pero que está varios escalones por debajo del hombre récord de 17 títulos de Grand Slam.

En el segundo parcial llegó otra rotura del helvético en cuarto game. El único contratiempo de Federer en la hora y media de encuentro lo vivió cuando el estadounidense le rompió en el cuarto juego y se puso 3-1. Pero muy poquito le duró la sonrisa a Johnson, ya que el ganador descontó enseguida con otra rotura. Lo mismo repitió en el undécimo, para en minutos sellar la historia con autoridad.

Siendo uno de los dueños del récord histórico de siete coronas en la Catedral, Federer se ilusiona y va por más. Su último Major lo ganó justo en Wimbledon, en 2012, pero no quiere perder el foco de la concentración, consciente de lo positivo que fue para él la prematura caída de Djokovic.

En su cuarta victoria en fila sin ceder un set, Federer se metió entre los ocho mejores por 14ª vez en Wimbledon, igualando la marca de Jimmy Connors. Con este triunfo, si bien hay una diferencia sustancial porque las mujeres juegan a la mejor de tres sets y los hombres al mejor de cinco, el Nº3 de la ATP alcanzó el récord histórico de Martina Navratilova de 306 éxitos en singles en los Grand Slam.

El suizo se las verá en la siguiente ronda con el croata Marin Cilic, noveno favorito, quien dominaba con la potencia de su servicio y su tenis agresivo al japonés Kei Nishikori, quinto, cuando el asiático dejó la cancha por lesión. Iba 6-1 y 5-1 arriba el europeo, quien había vencido a este rival en la final del US Open 2014.

Por la otra mitad del cuadro, aparece Andy Murray. El local también correrá con el peso de surgir como máximo candidato al título, aunque el hipotético choque ante Djokovic lo hubiera tenido recién en la final. Esta vez, se verá con el irregular pero siempre peligroso Nick Kyrgios. El australiano, se sabe, suele aumentar su rendimiento en este tipo de torneos y este lunes no quiere que sea la excepción.

El ganador se las verá con Richard Gasquet (semifinalista en 2007 y 2015) o el Jo-Wilfried Tsonga (Top 4 aquí en 2011 y 2012), que sostendran un duelo 100% galo y de altísimo nivel en esta superficie.

Nuevo gran paso del estadounidense Sam Querrey, el verdugo de Djokovic en tercera rueda. El Nº41 del ranking y y 28º sembrado despachó en tres sets al francés Nicolas Mahut, especialista en césped y que venía de conseguir otro ATP en esta superficie. Sin dudas, este éxito tiene un valor enorme para Querrey, ya que muchas veces el jugador que da una sorpresa tan impactante suele quedar eliminado en el siguiente partido.