Las luces se apagaron a las 21:10 horas, cuando se podían sentir las vibraciones del sonido de los instrumentos en la ropa. "Buenas noches, gracias por ser parte de esto. Sin ustedes esto no sucede", dijo Sabo Romo antes de ponerle voz a "Viento" e invitar a Kazz al escenario en lo que el integrante de Los Amantes de Lola llamó un “experimentó híbrido” con "Mamá". 

Los gritos se los llevó Leonardo de Lozanne, igual que los chiflidos de algunos de los presentes. El líder de Fobia puso ritmo a "El microbito"; se animaron a experimentar en "Déjala tranquila", con Piro, de Ritmo Peligroso, dándolo todo. 

"Lo bueno del rock es que podemos hacer con las canciones lo que nos dé la gana", argumentó Sabo, integrante de Caifanes. 

De esta forma, Cala entonó un clásico de Los Rostros Ocultos con "El último adiós" y al fin salió la Camerata Metropolitana, dirigida por Felipe Pérez Santiago, para dar los tonos al propio presentador, Sabo Romo, quien cantó acompañado de metales y cuerdas la coreada "Mátenme porque me muero". 

"No tienen una idea de la emoción que pasa acá arriba, los acabo de subestimar sí que la tienen. El rock and roll tiene eso", argumentó para volver a llamar a Leonardo de Lozanne, quien dijo tener la piel enchinada antes de "Voy a buscar", de Bon y los Enemigos del Silencio, "La muralla", de Los Enanitos Verdes, y "El Diablo", de Fobia. 

Otra vez Kazz interpretó el primer sencillo de su reciente disco "Beber de tu sangre". Ya sin excesos, confesó Sabo, también hay amor en la vida de un rockero, así la demostró Cala en "Juegos de amor" y "Kumbala" (entre luces rojas); Piro también volvió con "Marielito" y "Lobo hombre en París", de la Unión, la cual dedicó a sus amigos recientemente fallecidos; "Es tan fácil romper un corazón" fue cantada por Kazz aunque es original de Miguel Mateos. 

Que el bocho no circula tarde o que cierran el asilo son algunas de las razones que dio Sabo Romo al despedirse: "todo lo chingón se tiene que acabar, espero que sus emociones estén a flor de piel como las de nosotros", dijeron antes de "El final". 

Tras los gritos de “¡otra, otra!” complacieron todos juntos arriba del escenario con un homenaje a Gustavo Cerati en "Cuando pase el temblor".