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Rita Ora, de hija de refugiados
MADRID.- Hay dilemas de moda para la más experimentada. ¿Qué se pone una para cantar en la canonización de la madre Teresa de Calcuta? Rita Ora lo solucionó cubriéndose la cabeza con un velo de encaje negro y un vestido de gasa transparente con pedrería negra, varios grados de sexy por debajo de la colección que Ora ha diseñado para la marca de lencería Tezenis, y que lució sobre la pasarela en Verona, o de algunos de los estilismos de “Cincuenta Sombras más Oscuras”. La segunda parte de la trilogía se estrena en febrero y Ora repite como Mia Grey, la hermana del lacónico Christian.
Rita Sahatçiu Ora nació en Kosovo, en una familia albanokosovar, pero al año sus padres se refugiaron en Inglaterra huyendo de la guerra. Subieron al último vuelo antes de cerrar el aeropuerto de Pristina y ella y su hermana quedaron al cuidado de los servicios sociales.
Quienes saben de la artista por los titulares, por sus polémicos noviazgos, por sus supuestos (o reales) piques con Rihanna, Lily Allen o Beyoncé, no siempre son conscientes de ese otro lado, y ella lo reivindica. “Si eres muy pobre y te vas a otro país, tienes que tratar de contribuir. Mi madre es médico y mi padre dirige un pub”, dice por teléfono. En ese pub cantaba para amigos de sus padres de niña. “Nunca sacaba las mejores notas, pero al actuar me crecía”, cuenta. Estudió en la escuela para jóvenes talentos Sylvia Young, de donde salió Amy Winehouse. Y a los 16 años la fichó Roc Nation, la discográfica de Jay Z, que decidió que sería la superestrella.
Ora publicó un exitoso disco en Reino Unido, pero pasó siete años sin producir ningún álbum. El contrato acabó con dos demandas cruzadas y un acuerdo extrajudicial entre el rapero y la cantante. Pululan varias teorías para explicar la ruptura. Que si la sombra de Beyoncé, que si Rihanna la vetó. “Estamos acostumbradas a que se nos sexualice o se nos retrate por cosas que no están relacionadas con la música. Es importante que saquemos nuestra fuerza, la que nos da ser mujeres, para expresarnos”, denuncia.
Acaba de firmar con Warner, sacará nuevo disco en breve y esta vez no quiere colaboraciones. Ahora quiere llevarse el protagonismo que considera que le corresponde. Y aunque la música sigue siendo lo primero, no le importa hablar de sí misma como “una marca”. Ha ejercido de jurado y coach en The X Factor y The Voice y ahora sustituye a Tyra Banks en el mítico America’s Next Top Model. Ha sido imagen de Adidas, Rimmel y Tezenis. “Siempre busco una relación personal con las marcas con las que colaboro. Me encantó poder hacer algo con Adidas, porque yo trabajé en una tienda de deportes. Y lo mismo con Rimmel. He usado sus productos y quería decir eso de ‘Get the London look’”.
Su relación con la firma de lencería italiana va un paso más allá. Ha diseñado una colección cápsula de seis piezas inspiradas en las noches de club, la primera vez que una famosa se implica tan a fondo con este gigante italiano que pertenece al mismo grupo que Intimissimi y Calzedonia. “Lo primero que me sorprendió es hasta qué punto están al servicio de la mujer normal. Lo segundo: cuánto se están expandiendo”. Para su minicolección quería algo lujoso y decadente, con referencias a los 80. “Mi idea era jugar con lo interior y lo exterior, llevar igual un traje o una camisa estructurada y dejar que se vea debajo un sujetador de terciopelo”, explica.
¿Le hubiera gustado saltar al estrellato antes de Twitter, como su amiga y mentora Madonna? “Creo que entonces era más duro, porque realmente debías trascender para causar un impacto. Igual me equivoco, pero creo que las cosas van a cambiar”.