Riquelme y Zermeño, más que una foto
Usted está aquí
Riquelme y Zermeño, más que una foto
El ejercicio de la política requiere madurez ya que, en teoría, busca generar un beneficio a la sociedad. En este sentido, la fotografía que circuló en redes sociales el pasado martes del encuentro del gobernador de Coahuila, Miguel Riquelme, y el alcalde electo de Torreón, Jorge Zemeño, toma relevancia.
Después de un conflicto postelectoral tan desgastante, la reunión de Riquelme y Zermeño envía un mensaje de certidumbre donde los intereses partidistas se deben dejar un lado porque ambos, a partir de enero, deberán trabajar unidos como autoridades que son y atraer beneficios a Torreón en materia de seguridad, inversiones y empleos principalmente.
Creo, honestamente, que la mancuerna Riquelme-Zermeño puede ser ejemplo de cómo a la hora de gobernar no importan los colores, siempre y cuando predomine la madurez y el entendimiento sobre la agenda partidista, la cual por cierto debe ser ajena a ambos ya que ahora sólo deben rendir cuentas a los ciudadanos que en las urnas les confirieron el cargo que hoy tienen.
Los medios de comunicación podemos jugar un papel preponderante manejando temas que alienten esta alianza, no sólo con Jorge Zermeño, sino con todos los alcaldes de Coahuila con el ejecutivo estatal y no promoviendo conflictos donde aún no existen.
Comento esto porque apenas el lunes un columnista de un periódico de Torreón, que parece más adivino que un analista con rigor periodístico, afirmaba que hay muchos elementos para prever una relación de conflicto entre el Gobernador y el Alcalde electo, como se vivió en el sexenio de Humberto Moreira y el entonces alcalde José Ángel Pérez, cuyas diferencias incluso terminaron en una controversia constitucional que por mucho tiempo paralizó las obras y los únicos afectados, con un juicio millonario, fueron los ciudadanos.
Para empezar, ni Zermeño es José Ángel y tampoco Riquelme es Humberto, además, ¿por qué apostar por un conflicto cuando aún no comienzan a gobernar juntos? Por desgracia los medios de comunicación muchas veces privilegian el lado negativo o escandaloso sobre el rigor de los hechos. Las malas noticias, como dice Umberto Eco en su novela “Número Cero”, son prioridad en las redacciones y si no hay se deben inventar.
Zermeño es un político maduro que ha dado muestras de privilegiar el diálogo, su gran medalla al respecto fue cuando se desempeñaba como presidente de la Cámara de Diputados en el 2006 y negoció con todas las fuerzas políticas para que Felipe Calderón pudiera tomar protesta como presidente de la república.
Jorge Zermeño está obligado a demostrar que los ciudadanos no se equivocaron en darle una segunda oportunidad. La cual, por cierto, buscó cuatro años atrás y paradójicamente fue su propio partido quien jugó en su contra al postular a Chuy de León quien en las encuestas estaba muy por debajo de Zermeño.
Por su parte Miguel Riquelme es un político que ha dado señales, en los diferentes puestos que ha ocupado, de que se puede sentar con políticos de diferentes partidos y llegar a acuerdos en un marco de respeto. Incluso en su primer año como alcalde de Torreón, en la ceremonia del 15 de septiembre, donde se entrega la presea de ciudadanos distinguidos, logró reunir entre los invitados a Zermeño, Guillermo Anaya y José Ángel Pérez en su calidad de exalcaldes y los tres coincidieron en el mensaje que ese día dio Riquelme sobre la necesidad de trabajar unidos para darle la vuelta a la violencia que aún se vivía en ese entonces en Torreón.
Sobre la reunión el gobernador, Miguel Riquelme, dijo que se dio en un marco de mucha apertura, con ganas de trabajar por Torreón y en un ánimo de respeto.
“Hemos acordado en breve reunirnos para empatar obras, para trabajar en pro de la seguridad y que Torreón pueda avanzar en los problemas que le aquejan”.
Por su parte, el alcalde electo de Torreón, Jorge Zermeño calificó la reunión de “fructífera y constructiva”. Y la consideró un primer paso para mantener “un diálogo sincero, abierto, franco, sin burocratismos, que nos permita avanzar en todo aquello que requiere el bien de Torreón”.
Desde el primer día de su mandato Miguel Riquelme ha llamado a la reconciliación y tendido su mano a todos los actores políticos, sólo unidos Coahuila podrá salir adelante.
Riquelme y Zermeño ya dieron el primer paso para trabajar en equipo, porque finalmente lo que importan son los ciudadanos y no los colores de los partidos.
@lharanda