Esta colaboración quiero empezarla por el final con el objeto de que no se piense que mi opinión se contrapone a la del gobernador Riquelme en relación con la pugna sostenida hace días con el señor Bartlett.

El inicio de la discrepancia fue por parte del Ejecutivo del Estado, quien refirió la desatención de la federación de las minas asentadas en la región carbonífera de Coahuila, donde hace días sufrió un derrumbe que costó la vida de siete mineros.

El señor Bartlett pretendió justificar la responsabilidad de la parte federal trasladándosela al Estado, situación que provocó que el gobernador Riquelme le expresara que además de ignorante y mentiroso era un cínico, ya que debería saber que la normatividad federal obliga a vigilar esa actividad por parte de la Secretaría Federal del Trabajo.

Antecedente necesario a considerar es que el señor Bartlett, director de la Comisión Federal de Electricidad (CFE), restringió el precio de adquisición del mineral que ese organismo requiere para prestar el servicio, y en consecuencia los carboneros disminuyeron sus ingresos y optaron por hacer a un lado el pago de mantenimiento de las minas, pago que coadyuva a la vigilancia para seguridad de las mismas, y el resultado fue la nula inspección por el personal federal.

Hace meses se le informó al señor Bartlett que la mina en cuestión presentaba riesgos, por lo que se requería hacer inspecciones con el objeto de evitar algún desastre haciendo caso omiso, lo que con el tiempo ocurrió la desgracia que ahora lamentamos, primero por la pérdida de seres con lazos de sangre que duele hasta el alma y segundo con la falta del sostén de las familias que han quedado en desamparo y que es deseable que la instancia correspondiente atienda prontamente.

Comprendo muy bien que la actitud del Gobernador de señalar airadamente la manera de actuar  del señor Bartlett por demás atrevida que se lavó las manos, si como Pilato, y dejar el problema en manos del Estado, que no tiene responsabilidad alguna por ser competencia exclusiva de la federación.

Nos gobierna una caterva de seres, no todos claro, cuya divisa es la mentira, la venganza, el odio, el desprecio, la demostración del poder por poder, que por pertenecer a la federación se creen superiores acostumbrados a que les rindan, tengan o no tengan razón, a trasladar responsabilidades aún a sabiendas que son suyas.

Durante la carrera política de Bartlett, como bien lo dice el gobernador Riquelme, ha dirigido eventos tan mezquinos, como la caída del sistema para dar la derrota a un candidato ganador o como últimamente lo hizo, sacar de la nada incendios como manera de argumentar apagones, en fin no es posible tolerar a funcionarios que actúan en forma por demás frívola que perjudican a la población sin que pase nada por parte de la autoridad encubridora que debe sancionar.

Recordemos que desgraciadamente las autoridades federales que ahora nos gobiernan tienen la sartén por el mango, y que aunque deben respetar los demás órdenes de gobierno, al contrario pasan por él, disminuyendo las participaciones y no apoyar con recursos económicos en acontecimientos tan graves de salud como ahora mismo está ocurriendo con la pandemia, y que con ocurrencias han ido minando a los estados de la confederación.

Quiero decir de igual forma que hubiéramos deseado que el Gobernador le hubiera endilgado algunos otros adjetivos más dirigidos al señor Bartlett, pero sabiendo que son vengativos, considero que más bien debió utilizar una mínima cortesía política que no diera lugar a la venganza que lo perjudicara y por extensión a los coahuilenses.

Señor Riquelme, finalizo con lo que debió ser el principio de esta colaboración, usted ha dado muestras de representar al Estado en forma digna y firme, la democracia ha tenido lugar en nuestra casa, ha sabido equilibrar las finanzas públicas a pesar de la escasez, ha sabido mantener sanamente su relación con los poderes fácticos y con los dueños del dinero, con la iglesia y con los alcaldes que no son de su partido político, por lo tanto no se manche en peleas perversas con personas carentes de ética.

Se lo digo EN SERIO.

franciscoaguirreperales@gmail.com

@aguirreperalesf