Riquelme sería apenas el segundo gobernador de Coahuila nacido en Torreón
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Riquelme sería apenas el segundo gobernador de Coahuila nacido en Torreón
El priista Miguel Riquelme Solís, gobernador electo por Coahuila, será apenas el quinto gobernador oriundo de la región Laguna y apenas el segundo en toda la historia nacido en Torreón.
Los últimos cuatro gobernadores de Coahuila, incluyendo el actual mandatario, son nacidos en Saltillo. Estrictamente el último gobernador lagunero fue Eliseo Mendoza Berrueto del primero de diciembre de 1987-1993, sin embargo, aunque nació en San Pedro de las Colonias, toda su vida la hizo en Saltillo. Para la opinión pública, el último gobernador lagunero se remonta a la administración de Braulio Fernández Aguirre del primero de diciembre de 1963 a 1969, nacido también en San Pedro de las Colonias.
Así mismo, si se busca un gobernador nacido en Torreón, la segunda ciudad en importancia en Coahuila, hay que remontarse a la administración de Raúl López Sánchez (1948-1951), es decir, 69 años desde que López Sánchez tomó posesión.
De hecho, de 48 gobernadores en Coahuila desde Venustiano Carranza (1911), únicamente Raúl López Sánchez ha sido el único mandatario estatal nacido en Torreón, por lo que hasta el momento, Miguel Riquelme estaría por convertirse en el segundo nacido en este municipio.
En contraparte, 12 gobernadores nacieron en Saltillo, 4 en Ramos Arizpe y 3 en San Pedro de las Colonias, Guerrero, San Buenaventura y Puebla.
Ya no representa nada
Carlos Baca, uno de los representantes del movimiento separatista del Estado de La Laguna, consideró que el hecho que se vaya a tener un gobernador lagunero no traerá ningún beneficio a la región.
Pronosticó que la región seguirá estando abandonada por la misma presión que significa políticamente el Estado.
Así como la precampaña del candidato del PRI, Miguel Riquelme, exigía “a Coahuila lo que le corresponde”, en referencia a que de cada peso que otorga el Estado a la Federación se le regresaba 35 centavos, el movimiento separatista de La Laguna tiene el mismo argumento: la comarca aporta una mayor cantidad de recursos a los Estados (Coahuila y Durango) y por consecuencia a las capitales, y no se les retribuye lo que corresponde.
Por tal motivo, para Carlos Baca, no significará nada, ni política ni económicamente, que el próximo gobernador sea lagunero.
Para Patricia Vargas, presidenta del organismo civil Participación Ciudadana 29 (PC29), antes se hablaba como laguneros de la necesidad de tener un gobernador de la región pero ahora, dijo, ya no se vas tras eso.
“Vamos tras la persona, una persona comprometida con el Estado. Lo que queremos es gente honrada, derecha, que quiera a su patria”, comentó.
Consideró que el Estado en general está muy apaleado y aporreado. “Ya no tiene nada que ver, si es coahuilense de donde sea. No importa”, añadió.
Para Miguel Ángel Ordaz, catedrático de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la Universidad Autónoma de Coahuila, el que hayan predominado los candidatos laguneros (Miguel Riquelme, Guillermo Anaya, José Ángel Pérez y Javier Guerrero) representa un desgaste en términos de los que sucedía políticamente con los candidatos en la capital, así como la ausencia de cuadros.
“En el caso del PRI no es un asunto de ausencia de cuadros sino de imposición y continuidad de un sistema que nos ha afectado muy fuerte y que pretenden preservarlo”, opinó.