Riquelme, Manolo y la ciudad

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Riquelme, Manolo y la ciudad

Inmersa en el vértigo de la modernidad y el progreso, Saltillo pierde rápidamente su sabor provinciano. El ruidoso tráfico vehicular rompe la tranquilidad y contamina el ambiente de las estrechas y sinuosas calles donde aún existen viejas casonas con gruesos enrejados que protegen sus enormes ventanales, por los que se logra entrever amplios patios interiores. 

La calle de Victoria, principal avenida del centro de la ciudad, alberga muchas y fascinantes historias. También la Plaza México, conocida como “El Mirador”, o Fortín Taylor, es muy significativa en la historia de la ciudad. Ofrece una inigualable vista panorámica, que la convierte en uno de los lugares más visitados por turistas y residentes. Además el nombre de Saltillo se derivó de un salto de agua que se encuentra en la parte baja del mirador y ha sido testigo silencioso del crecimiento y transformación de la ciudad. La historia del fortín se remonta a 1847, cuando fungió como campamento de las tropas norteamericanas que protagonizaron la Batalla de La Angostura.

  En este momento los saltillenses nos encontramos ante una imposición del Gobernador Miguel Riquelme y del Alcalde Manolo Jimenez, para llevar a cabo lo que es  propia decisión. Un teleférico que transitaría desde la alameda Zaragoza, hasta la Plaza de San Francisco, para luego redireccionarse hacia la Plaza México. Para eso se requerirá levantar grandes columnas a lo largo de la calle de Victoria o de la calle de Ramos, para sostener los cables, destruyendo las banquetas, obstruyendo el paseo peatonal y afectando la ya deteriorada vista del centro. Por otro lado el alcalde Manolo Jimenez ha decidido de motu propio, construir una torre como Centro Cultural, la cual no cuenta con la  aprobación del cabildo para el cambio de uso de suelo, ni tiene un Manifiesto de Impacto Ambiental, ni cuenta con medidas de remediación. Además se viola el Reglamento del Centro Histórico, Zonas e Inmuebles Protegidos del Municipio de  Saltillo. ¿Dónde Quedaron los ejes del Plan Municipal de Desarrollo; Saltillo Ciudadano, Saltillo Honesto, Saltillo Dinámico, y Saltillo Incluyente? Ambos proyectos costarían 250 millones de pesos aproximadamente. 

Los presidentes de la Cámara Nacional de la Industria de Restaurantes y Alimentos Condimentados, (Canirac) de Saltillo, Fabio Gentiloni Arizpe y el presidente de la Asociación Mexicana de Hoteles y Moteles de Coahuila, Héctor Horacio Dávila Rodríguez, pretenden que este proyecto sea un detonante del turismo en la Región Sureste. Parece que no les interesa que las autoridades incurran en las violaciones mencionadas y afecten el patrimonio histórico propiedad de todos los saltillenses.

La gran mayoría de los saltillenses repudiamos estas obras. No solo porque afectan el panorama, destruyen la memoria histórica de la ciudad y se invertirán millones de pesos, que bien pueden o deben de utilizarse en obras prioritarias, como por ejemplo mejorar el drenaje pluvial; pavimentar las calles de varias de las colonias, extender la red de agua y drenaje; remodelar las fachadas de casas señoriales abandonadas en el centro histórico, o remodelar el aeropuerto y proveerlo de instrumentos de aviación modernos con  los que no cuenta.

Miles de ciudadanos saltillenses exigimos que se desarrolle un proceso de confluencia entre autoridades y ciudadanía, para construir juntos una ciudad digna, ecológica y democrática, porque queremos una ciudad en la que las personas tengamos voz sobre los asuntos que nos afectan. Una ciudad en la que prive lo público frente a lo privado, una ciudad sostenible y habitable, que haga las paces con la naturaleza y respete su patrimonio histórico, en la que las personas tengan voz sobre los asuntos que nos afectan.  Una ciudad solidaria, transparente, con representantes que rindan cuentas sobre la gestión municipal y el funcionamiento de los servicios públicos.

Espero que la ciudadanía de Saltillo, las organizaciones ciudadanas, políticas, sociales, culturales, sindicales y vecinales, se manifiesten repudiando estas obras que solo pretenden beneficiar al gran capital y podamos construir juntos una ciudad democrática y digna. Hago un llamado al gobernador Riquelme y al alcalde Manolo, para que no nos impongan proyectos sin tomarnos en cuenta. Los tiempos han cambiado y no aceptamos las imposiciones del todavía existente partido en el poder. Saltillenses ¡DESPIERTEN!