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Reza el papa en el santuario de la Virgen Negra en Polonia
El papa Francisco inició hoy el segundo día de su visita a Polonia acudiendo a rezar en la Capilla de la Virgen Negra en Czestochowa, el principal lugar de peregrinación nacional.
Decenas de miles de fieles le dieron la bienvenida con gritos de júbilo y ondeando banderas en el Monasterio de Jasna Góra, que alberga una imagen de la Virgen rodeada de leyenda. Los creyentes participaron a continuación en una misa por el 1.050 aniversario de la cristianización de Polonia.
En su mensaje, Francisco criticó las ansias de influencia y poder y llamó a las personas a hacerse "pequeñas" y cercanas como dios, a mostrar humildad, amor por el prójimo y generosidad. Dios "prefiere instalarse en lo pequeño, al contrario del hombre, que tiende a querer algo cada vez más grande. Ser atraídos por el poder, por la grandeza y por la visibilidad es algo trágicamente humano."
El papa puso como ejemplo de ello también a la Virgen, que "no es dueña ni protagonista, sino madre y sierva".
Debido al mal tiempo, el papa tuvo que trasladarse en automóvil y no en helicóptero como estaba previsto inicialmente hasta el santuario ubicado en Czestochowa.
Numerosos católicos, entre ellos muchos niños, habían pasado allí la noche para poder ver al papa, que pasó junto a ellos en el papamóvil camino al monasterio de Jasna Góra.
Por la tarde, el pontífice regresó a Cracovia, situada a unos 120 kilómetros, donde viajará en tranvía por la ciudad y luego saludará en el parque de Blonia a los participantes en la Jornada Mundial de la Juventud.
En esta jornada participan hasta el domingo medio millón de peregrinos de 187 países.
El miércoles, a su llegada a Polonia, el jefe de la Iglesia católica instó al Gobierno nacionalista-conservador de la primera ministra Beata Szydlo a acoger a más refugiados.
Sin embargo, la dirigente respondió de forma crítica. "Tenemos que prestar ayuda, pero a la vez proteger a nuestros ciudadanos", afirmó en declaraciones al canal TVN24. "No hay nada más valioso que la seguridad, y este es un problema con el que Europa no está sabiendo lidiar", dijo.