Las primeras ventiscas que empiezan a penetrar por las hendiduras de los partidos políticos que rigen nuestra democracia comienzan calando en las estructuras y obligando que entre los partidos, como el PRI y PAN, exista un guiño de ojos con el objeto de poder formar un concubinato y contrarrestar el empuje que el peso específico que adquirió Morena, desde el año anterior, siga avanzando.

Hace unos días en la elección para encabezar la coordinación de Morena en el Senado de la República, los impulsos generados por Ricardo Monreal lograron que Martí Batres quedara en la elección interna debajo de Mónica Fernández, por lo que Batres ya no estará al frente de la mesa directiva por otro periodo más.

Quiérase o no, las declaraciones de Martí Batres –aunque las adorna con un sentido democrático– se trasluce un velo de inconformidad basado en el incumplimiento que dice sucedió durante el momento de la votación, donde con el sufragio del PES y de algunos otros senadores lograron eliminarlo, ya que la convocatoria habla que los votantes deberán pertenecer solo a Morena, por lo que solicitará la impugnación de la elección interna.

Esas maniobras que se están dando entre los miembros del partido del Presidente, no son más que síntomas para seguir acaparando el poder y en donde quieren medir fuerzas generando grupos que quieren atisbar el futuro, pues esas actitudes son claras al notarse la supremacía de Monreal, cuya simpatía lleva el sello de Andrés Manuel López Obrador, por lo que se deduce que el Presidente intenta formar el grupo con el que pretende pelear dentro de cinco años, a fin de que Morena pueda seguir enarbolando el poder y convertirse en el único líder que ejercerá un maximato y que la ciudadanía lo siga viendo como un semidiós.

¿Y qué pasa con los otros partidos, concretamente el Partido Acción Nacional y el Partido Revolucionario Institucional? En éstos institutos políticos su nómina cada vez se va achicando más, ya que existen menos adherentes, pues han perdido cierta preferencia por la poca fortaleza política ya que Morena ha acumulado miles de aliados, suficientes como para que el Presidente López Obrador pueda volver a la batalla en la siguiente jornada electoral en la que tendrá la posibilidad de escoger a su sucesor.

Últimamente ha trascendido en los corrillos políticos nacionales voces en el sentido de que PAN y PRI se puedan unir y dar la pelea en la próxima elección presidencial, de manera que se pueda desterrar del mando a Morena y sepultarla para siempre, situación que se ve extremadamente difícil.

El nuevo presidente del Partido Revolucionario Institucional, Alejandro Moreno Cárdenas, declaró que emprenderá esfuerzos para ir recuperando espacios de militantes que han abandonado al partido, sin embargo, ese sistema de adhesión debe estar fincado en actitudes éticas a fin de convencer a potenciales militantes y a otros que lo dejaron, de manera que pueda regresarlos al redil, nada más que no puede ofrecer cobijo a los que se fueron tomando en cuenta que su propia elección fue producto de una imposición utilizando el sistema del descarte. Con qué autoridad moral les solicitaría su reincorporación.

Los tres partidos fuertes que tenemos en México siguen dando clara muestra de que carecen de una verdadera democracia, pues tomemos en cuenta que sus dirigentes realmente no han salido de la preferencia de sus integrantes, sino de una designación superior. ¿Cómo ofreces algo que no tienes?

Alejandro Moreno ha dicho que si es necesario cambiarían el nombre del partido, más bien lo que debe hacerse es cambiar a tanto antidemócrata que hay dentro de sus filas y aplicar las normas que están plasmadas en sus principios, en su doctrina y sobre todo jugar limpio con estricta justicia para sus adeptos, pues a muchos de ellos sólo los utilizan para hacer los trabajos tediosos que implica aglutinar a votantes potenciales, ya que una vez que pasan las jornadas electorales no los toman en cuenta para nada, haciéndolos presa de desilusión, por lo que esa fuerza que le imprimen con su energía la utilizan también, nada más que en forma inversa.

Recordemos la tercera Ley de Newton.

Se lo digo EN SERIO

@aguirreperalesf

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