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Reunión entre Trump y Peña Nieto genera expectación en medios de EU
Donald Trump ha hecho saltar por los aires el tablero de la campaña electoral en Estados Unidos con el anuncio por sorpresa de su viaje relámpago a México para reunirse con el presidente Enrique Peña Nieto.
El controvertido candidato presidencial del Partido Republicano vuelve a atraer el gran foco mediático pocas horas antes de pronunciar un discurso sobre inmigración ilegal en el estado fronterizo de Arizona que se contempla como la presentación de su programa en esta materia.
Todos los medios estadounidenses, incluidas las publicaciones más respetadas, ponían esta mañana gran interés en el tema.
Trump se reúne hoy con Peña Nieto en el palacio presidencial de Ciudad de México a invitación de este último y tras haber calificado a los mexicanos indocumentados que viven en Estados Unidos como violadores y criminales y de haber prometido expulsarlos junto con el resto de los más de 11 millones de inmigrantes sin papeles que viven en el país mediante la creación de una fuerza especial de deportación.
En la última semana ha mostrado señales de suavización en la mano dura contra la inmigración que ha prometido, aunque ha mantenido sin titubeo su polémico deseo de contruir un muro en la frontera con México que además pretende hacer pagar al Estado que ahora mismo representa el presidente Peña Nieto. "Se hace, se hace", dijo hace unos días.
"Al final, lo importante es lo que Donald Trump le dice a los votantes en Arizona, no en México, y si sigue comprometido con separar a las familias y deportar a millones", manifestó hoy la campaña de la demócrata Hillary Clinton tras recordar las arremetidas y polémicas del republicano sobre los inmigrantes.
Peña Nieto, según un tuit de su presidencia, también invitó a Clinton a reunirse con él en México, aunque de ese tema no hay más información.
Pese a las arremetidas de Trump, el mexicano ha intentado mantenerse al margen de la polémica con el magnate neoyorquino y no ha querido hacer ningún comentario público últimamente que pudiera interpretarse como una injerencia en la campaña electoral de Estados Unidos, aunque en junio, en Canadá, lo comparó veladamente con Hitler y Mussolini.
En espera del resultado de la reunión de hoy, confirmada el martes por la noche por Trump en Twitter poco después de que "The Washington Post" informara sobre ella, la campaña electoral en Estados Unidos da un giro a menos de 70 días de los comicios del 8 de noviembre y su discurso hoy en Phoenix cobra aún más relevancia.
Inicialmente se había fijado esa alocución para el jueves pasado en Colorado, pero se anuló en medio del debate en el país sobre si Trump estaba o no vacilando en el tema de la inmigración.
Los analistas ven la aparente suavización de sus formas en este más como un intento de atraer al votante blanco al que ha ahuyentado con sus comentarios xenófobos que como un acercamiento a la comunidad hispana y otras minorías, después de que su estrella en las encuestas empezara a apagarse tras las convenciones de julio, en las que su partido y el Demócrata lo eligieron a él y a Clinton como aspirantes oficiales a la Casa Blanca.
Ahora, los sondeos dan una ventaja media de seis puntos a Clinton. En lo que respecta al voto hispano, Trump cuenta solo con un respaldo del 20 por ciento, frente al 66 de su contrincante.
De momento es pronto para saber cuánto puede influir el viaje relámpago de Trump a México para verse con Peña Nieto. Clinton, entre tanto, recibió hoy una mala noticia de un sondeo publicado por "The Washington Post": el 59 por ciento de los electores registrados tienen mala imagen de ella, casi el mismo porcentaje, el 60 por ciento, de los que la tienen de Trump.