Retumba en Washington el grito contra el racismo

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Retumba en Washington el grito contra el racismo

Las manifestaciones, que ya alcanzan su duodécimo día, han llegado a 650 ciudades en los 50 estados de EU. EFE
La capital de EU registró la mayor protesta derivada de la muerte de George Floyd

WASHINGTON, EU.- Al grito de “Black Lives Matter” (Las vidas negras importan), miles de personas hicieron ayer retumbar la capital de Estados Unidos con la mayor protesta por la justicia racial desde el asesinato el 25 de mayo del afroamericano George Floyd, que fue asfixiado por un policía blanco.

Las manifestaciones comenzaron a las 12:00 hora local y se desparramaron por toda la ciudad: unas dos mil personas se concentraron alrededor del Congreso y otras mil lo hicieron en el Monumento a Lincoln para, luego, como si fueran ríos, confluir en la Casa Blanca.

Allí, un enorme mar de gente entonó cánticos durante horas para pedir cambios estructurales que acaben con la violencia contra los afroamericanos, quienes en EU tienen tres veces más probabilidades de morir a manos de la Policía que los blancos, según datos del grupo Mapping Police Violence.

Las fuerzas de seguridad han recibido numerosas críticas porque el lunes dispersaron con gases lacrimógenos y lanzaron pelotas de goma contra una protesta pacífica sólo para que el presidente Donald Trump, pudiera cruzar el parque frente a la Casa Blanca y hacerse una foto en una iglesia.

Ayer, los agentes estaban en pequeños grupos con una actitud relajada y no llevaban ni cascos ni chalecos antibalas.

El objetivo de los manifestantes es sacar a la calle a un millón de personas, el número que se alcanzó en enero de 2017 con la “Marcha de las Mujeres”.

Sin embargo, a falta de cifras oficiales, la mayoría de medios estadounidenses afirma que hay miles o decenas de miles de asistentes.

El jefe de policía municipal de Washington, Peter Newsham, estimó que acudirían a la ciudad algo menos de un millón de personas; mientras que el secretario del Ejército, Ryan McCarthy, el viernes dijo a la prensa que sus cálculos son entre 100 mil y 200 mil manifestantes.

Frente al calor y la humedad, varias iglesias y teatros han abierto sus puertas a los activistas que necesitan usar el baño, descansar, comer algo o cargar sus teléfonos.