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Retrató Virginia Woolf el modernismo literario en sus novelas
Virginia Woolf (1882-1941) fue una novelista, ensayista, escritora de cartas, editora, feminista y cuentista británica, es considerada una de las más destacadas figuras del modernismo literario del siglo XX.
Durante el período de entreguerras, Woolf fue una figura influyente en la sociedad literaria de Londres y un miembro del grupo de Bloomsbury. Sus obras más famosas incluyen las novelas La señora Dalloway (1925), Al faro (1927), Orlando: una biografía (1928), Las olas (1931), y su largo ensayo Una habitación propia (1929), con su famosa sentencia “Una mujer debe tener dinero y una habitación propia si va a escribir ficción”. Fue redescubierta en la década de 1970, gracias a este ensayo, que es uno de los textos más citados del movimiento feminista y, que expone las dificultades de las mujeres para consagrarse a la escritura en un mundo dominado por los hombres.
Adeline Virginia Stephen nació en Londres en 1882. Su padre era el novelista, historiador, ensayista, biógrafo y montañero sir Leslie Stephen (1832-1904).4 La madre, una belleza famosa, Julia Prinsep Jackson (1846-1895) era la segunda esposa de su padre.
La joven Virginia fue educada por sus padres en su literario y bien relacionado hogar del número 22 de Hyde Park Gate, Kensington. Asiduos visitantes al domicilio de los Stephen fueron, por ejemplo, Alfred Tennyson, Thomas Hardy, Henry James y Edward Burne-Jones. Aunque no fue a la escuela, Woolf recibió clases de profesores particulares y de su padre. La eminencia de Sir Leslie Stephen como editor, crítico y biógrafo, y su relación con William Thackeray (era el viudo de la hija menor de Thackeray), significaba que sus hijos fueron criados en un entorno lleno de las influencias de la sociedad literaria victoriana.
Pronto padeció Virginia la primera de sus depresiones, con la repentina muerte de su madre, el 5 de mayo de 1895, cuando Virginia tenía trece años de edad, y la de su medio hermana Stella dos años después, quien había tomado las riendas del hogar familiar tras la muerte de Julia Stephen, pero abandonó la casa paterna para casarse con Jack Hills y falleció durante la luna de miel, a causa de una peritonitis.
La muerte de su padre por cáncer en 1905 provocó un ataque alarmante y fue brevemente ingresada. Sus crisis nerviosas y posteriores períodos recurrentes de depresión, los modernos eruditos (incluido su sobrino y biógrafo, Quentin Bell) han sugerido, estuvieron también influidos por los abusos deshonestos que ella y su hermana Vanessa padecieron a manos de sus medio hermanos George y Gerald Duckworth (que Woolf recuerda en sus ensayos autobiográficos A Sketch of the Past y 22 Hyde Park Gate).
A lo largo de su vida, Woolf se vio acosada por periódicos cambios de humor y enfermedades asociadas. Aunque esta inestabilidad a menudo influyó en su vida social, su productividad literaria continuó con pocas interrupciones hasta su suicidio.
En 1912, cuando contaba treinta años, se casó con el escritor Leonard Woolf, economista y miembro también del grupo de Bloomsbury.
Durante su vida, sufrió una enfermedad mental hoy conocida como trastorno bipolar. Después de acabar el manuscrito de una última novela (publicada póstumamente), Entre actos, Woolf padeció una depresión parecida a la que había tenido anteriormente. El estallido de la Segunda Guerra Mundial, la destrucción de su casa de Londres durante el Blitz y la fría acogida que tuvo su biografía sobre su amigo Roger Fry empeoraron su condición hasta que se vio incapaz de trabajar.
El 28 de marzo de 1941, Woolf se suicidó. Se puso su abrigo, llenó sus bolsillos con piedras y se lanzó al río Ouse cerca de su casa y se ahogó. Su cuerpo no fue encontrado hasta el 18 de abril. Su esposo enterró sus restos incinerados bajo un árbol en Rodmell, Sussex.
En su última nota a su marido escribió:
Siento que voy a enloquecer de nuevo. Creo que no podemos pasar otra vez por una de esas épocas terribles. Y no puedo recuperarme esta vez. Comienzo a oír voces, y no puedo concentrarme. Así que hago lo que me parece lo mejor que puedo hacer. Tú me has dado la máxima felicidad posible. Has sido en todos los sentidos todo lo que cualquiera podría ser. Creo que dos personas no pueden ser más felices hasta que vino esta terrible enfermedad. No puedo luchar más. Sé que estoy arruinando tu vida, que sin mí tú podrás trabajar. Lo harás, lo sé. Ya ves que no puedo ni siquiera escribir esto adecuadamente. No puedo leer. Lo que quiero decir es que debo toda la felicidad de mi vida a ti. Has sido totalmente paciente conmigo e increíblemente bueno. Quiero decirlo —todo el mundo lo sabe. Si alguien podía haberme salvado habrías sido tú. Todo lo he perdido excepto la certeza de tu bondad. No puedo seguir arruinando tu vida durante más tiempo. No creo que dos personas pudieran ser más felices que lo que hemos sido tú y yo. V.
Su Obra
Woolf comenzó a escribir profesionalmente en 1905, inicialmente para el Times Literary Supplement con una pieza de periodismo sobre Haworth, hogar de la familia Brontë.
Su primera novela, Fin de viaje, se publicó en 1915 por la editorial de su medio hermano, Gerald Duckworth and Company Ltd. En esta novela, como en Noche y día la escritora ya se muestra dispuesta a romper los esquemas narrativos precedentes, pero apenas merecieron consideración por parte de la crítica. Sólo tras la publicación de La señora Dalloway y Al faro, los críticos comenzaron a elogiar su originalidad literaria.
La obra de Woolf puede entenderse como un diálogo con Bloomsbury, particularmente su tendencia (informada por G.E. Moore, entre otros) hacia el racionalismo doctrinario. Influida por la filosofía de Henri Bergson[cita requerida], Woolf experimentó con especial interés con el tiempo narrativo, tanto en su aspecto individual, en el flujo de variaciones en la conciencia del personaje, como en su relación con el tiempo histórico y colectivo.
La última obra de Woolf, Entre actos (1941) resume y magnifica sus principales preocupaciones: la transformación de la vida a través del arte, la ambivalencia sexual y la reflexión sobre temas del flujo del tiempo y de la vida. Es el más lírico de sus libros, escrito principalmente en verso.23
Su obra fue criticada por epitomar el estrecho mundo de la intelectualidad inglesa de clase media. Algunos críticos juzgaban que carecía de universalidad y hondura, sin el poder de comunicar nada de relevancia emotiva o ética al desilusionado lector medio, cansado de los estetas de los años veinte. También fue criticada por anti-semita, a pesar de estar felizmente casada con un judío.
Con información de wikipedia