La portada de la revista Time que apareció al día siguiente de la toma de protesta del demócrata Joe Biden refleja el desorden al que se enfrentará luego del caótico paso de su antecesor, Donald Trump, por la presidencia de EU.

En la imagen, firmada por Tim O’Brian, se puede ver una Oficina Oval vandalizada, comida regada, así como un sinfín de documentos acumulados, y a un preocupado Biden mientras observa por la ventana.

El texto de Charlotte Alter dice que ahora “Biden dirige un país dividido entre americanos que creen en los hechos y americanos que desconfían de ellos. Entre aquellos que quieren una república multirracial y quienes buscan invalidar a los votantes ‘no blancos’, entre aquellos con fe en las instituciones democráticas y quienes solo tienen fe en Trump”.

Y agrega: “Pero si consigue que los americanos que difieren en todo se pongan de acuerdo en el proceso democrático, si puede llevar el debate político al terreno de la realidad, si logra devolver algo de fe en el Gobierno a los ciudadanos, sería un comiendo. América todavía no estará unida, pero podría estar suficientemente unida”, dice el texto que acompaña la imagen.

BIDEN CAMBIA DECORACIÓN DE OFICINA OVAL

Biden realizó algunos cambios a su despacho dentro de la Casa Blanca, entre ellos sustituyó el retrato del criticado Andrew Jackson, presidente populista del siglo XIX y considerado uno de los padres del supremacismo blanco, por uno de Benjamin Franklin. 

De igual forma, se pueden ver ahora bustos de Martin Luther King Jr, Rosa Parks y Robert Kennedy y del activista latinoamericano César Chávez.

Asimismo resalta una escultura de la tribu apache chiricahua que perteneció al difunto senador Daniel Inouye (el primer estadounidense de origen japonés elegido como representante en las dos cámaras del Congreso).

Y claro, no pueden faltar las fotos familiares entre ellas la de Beau Biden, su hijo fallecido.