Usted está aquí

Retos sin sentido

La adolescencia es una etapa muy difícil para los muchachos y los papás. El cambio hormonal asociado con un ambiente complejo lleno de tentaciones, y una familia cada vez más desvalorizada y desunida se crea una ecuación de alto riesgo y amenaza. 

En este mes de julio leí dos noticias muy relacionadas con el uso de redes sociales que me entristecieron: El ocho de julio, Isaiah, de 15 años de edad de San Antonio, Texas, se suicidó en el clóset de su recámara y una semana después, Nadia, de 16 años de Atlanta, Georgia, se quitó la vida. Los dos suicidios tienen algo en común: ambos eran seguidores del “Reto Ballena Azul”. Este junio pasado, un adolescente de 16 años, del Estado de México, se suicidó con un disparo en la cabeza cumpliendo el último reto de “La Ballena Azul”. 

“El Reto Ballena Azul” es un juego en las redes sociales que nació hace un poco más de dos años en Rusia. Consiste en realizar 50 retos como no dormir 24 horas, levantarse a las tres de la mañana  y ver películas de terror o cortarse en los brazos hasta llegar al último reto que es suicidarse. 

En cinco meses en Rusia, hubo más de 130 suicidios de adolescentes haciendo responsable a este juego. Los participantes necesitan postear en alguna red social el logro de cada una de las tareas. Los seguidores les aplauden y los animan a seguir hasta el final. Se pueden leer en el Twitter algunos mensajes como éstos: 

“Necesito a un guardián. Confía en mí haré todo #i am whale” (soy una ballena)

“Quiero jugar. Quiero que me escriban”

“Aquí les mando mi cortada del brazo con una navaja de rasurar”.

Los padres deben estar en alerta y mantener una comunicación abierta con sus hijos, especialmente los adolescentes. Los invito a nunca dejarlos solos y observar cualquier cambio de conducta extrema. No tengamos miedo de revisar y leer sus mensajes de texto en Whatsapp, Facebook, Instagram, Snapchats y hasta sus libretas de la escuela. 

Es importante descubrir qué es lo más importante de su vida en cada momento, cómo perciben el mundo, qué percepción tienen de ellos mismos y cómo enfrentan sus problemas para ayudarlos y orientarlos. 

Un adolescente que se siente sólo en la escuela, entre sus amigos y en la familia tiende a buscar llenar esos vacíos emocionales y fácil que caiga en estas redes que lo pueden seducir a realizar acciones contra su dignidad y su propia vida. 

Papás, abramos muy bien nuestros ojos y corazones hacia ellos porque después los tendremos que cerrar para poderlos ver. 

@JesusAmayaGuerr