Cuatro elementos de la Policía Municipal de Saltillo, asignados al sector sur se encuentran en calidad de asegurados en las instalaciones de la Procuraduría General de Justicia del Estado, (PGJE) tras ser señalados como los responsables de balear y lesionar a un joven albañil.

Uno de los agresores es comandante del sector y junto con tres oficiales a su cargo enfrentan los delitos de lesiones dolosas y hoy podrían ser consignados al penal.

ALEGAN RIÑA

Ayer por la mañana, los cuatro policías de quienes se negaron dar sus identidades rindieron su declaración ante el Ministerio Público donde alegaron que les fue reportada una riña entre pandillas en la que se vieron involucradas más de 20 personas.

Sin embargo, tras ordenar una verificación al Sistema de Emergencias 911, no se encontró alguna llamada ciudadana de riña; lo que sí existió es el reporte de una persona lesionada por arma de fuego.

Además ante el supuesto reporte, Los policías no activaron alguna alerta, como Código Rojo. Fuentes no oficiales manifestaron la sospecha de que el motivo de la agresión fue que la Policía quiso corresponder a un favor a dos mujeres de la “vida galante”, versión que no ha sido confirmada.

En el sitio, VANGUARDIA entrevistó al menos a seis testigos, quienes coincidieron en que los violentos hechos fueron iniciados por los agentes del orden.

EL HECHO
Justín Hernández y ocho amigos se reunieron en casa de Alfredo Vásquez, en Cerro El Progreso, 137 en la colonia Lomas Verdes, a ver el partido Chivas-América. Así comenzó el episodio violento.

Alrededor de las 10:00 dos patrullas de la Municipal cerraron la arteria, una en el cruce de Cerro de las Rocas; la otra, que portaba el número 7737, en Cerro de la Concha, de ellas bajaron al menos ocho oficiales uniformados.

Caminando se acercaron al domicilio donde los chavos gritaban, gesticulaban y hasta se insultaban al calor del futbol.

Los policías arrojaron piedras a la casa, provocándolos, así lograron que ellos respondieron de la misma manera, arrojaron piedras desde el interior de la casa, pues creyeron que se trataba de una pandilla rival.

Al verse superados, uno de los policías sacó un arma y la disparó entre y cinco a seis veces; como prueba de ello se recolectaron al menos cinco impactos al cristal dos en la cocina, dos más en la cochera. 

El afectado de nombre Justin, de 16 años, salió a la calle, ya que sintió un golpe en la cadera; pronto se veía sangrar profusamente de la pierna izquierda, entonces regreso “cojeando” a su casa ante el temor de que los policías regresaran a rematarlo.

Otra persona dijo que al escuchar los balazos y salir sólo alcanzó ver a un grupo de policías correr, subir a sus patrullas para escapar a gran velocidad.

Ángel Hernández, padre del afectado, lo llevó a Urgencias del Hospital Universitario, donde lo atendieron de dos heridas con entrada y salida, una en pierna derecha y otra en el costado derecho de su cadera.

El dato
> Para reunir todos los medios de prueba contra los oficiales, personal del Grupo de Homicidios de la PGJE en compañía de la dirección de Servicios Periciales, realizaron una inspección de campo la tarde de ayer.