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Responde Abusaíd a rector: los tres ‘no’ siguen pendientes
Armando Castilla Galindo.
Director de Vanguardia.
Presente.
Con base a mi derecho de réplica, respondo a la carta enviada por el Rector de la Universidad Autónoma de Coahuila, el maestro Salvador Hernández Vélez, el día de ayer, en relación a mi artículo editorial publicado en este diario el pasado 17 de marzo de 2019, con el título: ¡Salvador dice no, no y no!
Estimado Salvador: Leí con atención tu réplica a mi artículo publicado en este diario el día lunes 17 de marzo en el cual cuestionaba tu insensibilidad para enfrentar con base a un protocolo integral de género, la denuncia de mujeres de la Facultad de Jurisprudencia sobre sus experiencias de acoso sexual en la misma Facultad.
A continuación, te hago algunas precisiones, a partir del Protocolo de Atención de Mujeres y Víctimas por razón de Género, publicado por el Ejecutivo del Estado el 17 de julio de 2018:
1. No escuchaste las denuncias de las víctimas con buena fe; respetando su veracidad sin prejuzgar. Por el contrario, las criminalizaste al decir: “los estudiantes tienen que tener en claro que hay consecuencias para todos...si el que denuncia, no denuncia con sustento”.
2. No procediste con la inmediatez debida, porque desde tu campaña a la rectoría tienes conocimiento de varias denuncias de violencia de género, por ejemplo, contra Martín Alday, director de la Preparatoria Mariano Narváez; y nunca hiciste algo al respecto.
3. No actuaste con diligencia para ser imparcial ante la investigación de casos de violencia de género. Tu Ombudsman o titular de la Defensoría de Derechos Humanos Universitarios, Alfonso Yáñez Arreola, es la persona que recomendó a Leonardo Borrego, -integrante de su círculo íntimo- para ser secretario técnico de la Facultad de Jurisprudencia.
Yáñez también puso a otro cercano, Javier Villaseñor, como secretario administrativo de la misma facultad. Borrego fue obligado a renunciar por ser miembro del “chat de packs” que circulaba imágenes íntimas de mujeres estudiantes de “Juris”. Desde hace meses, Borrego y Villaseñor eran operadores electorales de Yáñez en su aspiración por reemplazar a Francisco Yáñez Armijo, actual director de la Facultad de Jurisprudencia.
Las preguntas son: ¿Puede Yáñez Arreola ser imparcial en su papel como defensor de Derechos Humanos de las víctimas de acoso sexual, cuando uno de sus lugartenientes, Borrego, estaba involucrado en la red que los promovía? ¿Puede Yáñez Arreola ser imparcial en su quehacer cuando busca ser el Director de “Juris”?
Aunque en tu réplica aseguras haberte movido de manera afirmativa en la dirección correcta; estos tres “no”, aún permanecen pendientes.
Recibe mis saludos cordiales.
Luis García Abusaíd