El réferi en un combate no sólo está para que se cumplan las reglas y definir al vencedor, pues su primordial responsabilidad sobre el campo de batalla es cuidar la integridad de los gladiadores, algo que se le olvidó a Mario Yamasaki, juez de la UFC.

Valentina Shevchenko propinó una brutal golpiza a Priscilla Cachoeira. El combate femenil de UFC se convirtió en una salvaje carnicería, principalmente porque Yamasaki fue más un espectador que un réferi.

Con la pelea en el suelo, Shevchenko se vio dominante al montar a Cachoeira y propinarle una brutal serie de golpes sin recibir respuesta de su oponente. Los poderosos golpes de martillo impactaban una y otra vez en el rostro de la brasileña, quien por inercia, más que por voluntad, mantenía sus brazos tratando de cubrirse, pero con muy poca efectividad.

Ante la incredulidad de los asistentes, y de los comentaristas que narraban la pelea y pedían finalizara, Yamasaki permitió que el combate continuara.

-¿Pero qué le pasa a Yamasaki?- se preguntaban los narradores, pues permitió más 30 segundos de golpiza brutal sin defensa, hasta que Shevchenko aplicó una llave al cuello, y aún "tapeando" un par de veces, el réferi permitió que siguiera el castigo hasta que finalmente decidió suspender el combate.

Durante la pelea, la brasileña recibió 230 golpes, además de sufrir una rotura de ligamento cruzado y menisco, lesión que la dejará fuera de acción por 6 meses luego de su debut en la UFC.

Tras la indignante actuación, Yamasaki fue duramente criticado por los aficionados y del mismo presidente de la UFC.

“Priscilla Cachoeira, demostraste mucho corazón y dureza en esa pelea. Estoy honrado de que pelees en UFC. Lamentablemente, el árbitro está ahí para protegerte y Mario NO LO HIZO. Esta no es su primera actuación repugnante en el octágono.

“Otra cosa desafortunada es que no puedo hacer nada al respecto a lo que sólo la comisión brasileña puede. Estoy esperando que luego de este espectáculo aterrador e incompetente nunca vuelva a poner un pie en la jaula“, escribió Dana White en Instagram.