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Representan el viacrucis de los migrantes para llegar a EUA
El Viacrucis representado este año por migrantes en Coahuila buscó no únicamente ejemplificar la pasión de Cristo en la cruz, sino recordar a todas las víctimas que han muerto a manos del crimen organizado o se encuentran en estado de indefensión.
El Padre Pedro Pantoja, asesor espiritual y defensor de los derechos humanos, refirió durante el recorrido que el reto es que “no solamente tengamos una memoria romántica del Cristo de la pasión, sino que podamos estar verdaderamente solidarizados y conscientes de los nuevos crucificados de la historia que tenemos: indígenas, campesinos y estudiantes”, y destacó a los muertos de Tlatlaya, los 43 estudiantes de Ayotzinapa y los miles de desaparecidos en México.
También negó que ‘Coahuila sea un estado de Energía’ como lo indica el lema del Gobierno del Estado pues durante los recorridos que realiza en los ejidos los campesinos le denuncian que ya no tienen qué comer por lo están obligados a emigrar.
Durante el recorrido de las 12 estaciones que se hicieron en la colonia Landín, Pantoja comparó el interrogatorio que le hicieron los soldados romanos a Jesús con el que viven los migrantes en su paso por llegar a su destino:
“En el interrogatorio de Jesús vemos el de nuestros hermanos y hermanas migrantes que son objeto de falsas imputaciones, de mil preguntas por parte de policías para pedir identificación y detenerlos; por parte de jueces que quieren encontrar la manera legal para deportarlos, por parte de investigadores e intelectuales para hacer estadísticas y estudios sobre la migración. Muchas veces la única manera de protestar para ellos es el silencio porque ya están cansados y no entienden por qué la gente no puede comprender su situación, su dolor y sus penas”.
Finalmente, entre las reflexiones se destacó la falta de solidaridad que viven los migrantes durante su paso por México, pues se enfrentan a golpizas, persecuciones, despojos y violaciones:
“(Jesús) es capaz de solidarizarse con todas las mujeres y hombres que desde Honduras, El Salvador, Nicaragua, Nicaragua y México, toman su mochila y unas pocas provisiones emprendiendo el camino hacia una vida plena y digna. Y sin embargo, ¿quién puede comprender la cruz y el calvario que cargan los migrantes centroamericanos cuando atraviesan México?”