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Repensando la forma de comprar
Tras varios meses de pandemia, movilidad restringida y aislamiento social, los patrones de consumo también han cambiado. Hoy más que nunca la gente está comprando por internet y haciendo pedidos a domicilio, de ropa, comida, medicamentos, todo lo que se pueda. La pregunta más común que se les hace a cualquier negocio hoy en día es ¿Tiene servicio a domicilio?.
Y así, el llevar a casa los productos ahora implica más recursos para envolver, empaquetar y además brindar seguridad e higiene extrema al cliente. El volumen de los residuos que se genera es mucho mayor y también la composición, pues el plástico y unicel se han convertido en los empaques favoritos y más prácticos en todos los establecimientos.
En este sentido mi reflexión de hoy va hacia dos puntos: Primero, consumir local. Preferir los productos que se elaboran en la ciudad, con recursos humanos y materiales de la región. Esto impulsa y ayuda a las micro, pequeñas y medianas empresas, es una forma directa de reactivar la economía y generar beneficios en nuestra ciudad. Preferir productos locales reduce la cantidad de recursos, combustible, logística de transporte, energía y residuos por embalaje y empaque. Y aunque parezca sencillo, esto tiene un impacto de gran magnitud en el cuidado de la Naturaleza. El escenario económico es complicado, muchos establecimientos enfrentan grandes dificultades para salir adelante en un contexto de incertidumbre. A través de nuestras decisiones de compra, podemos ayudarlos.
En segundo punto que invito a repensar, es cuántos residuos podemos evitar generar, nos podemos esforzar por reducirlos, no sólo los consumidores, también los propietarios de negocios deben repensar y ofrecer alternativas más amigables con el medio ambiente, no sólo usar unicel para todo. Cada vez son más comunes las tiendas donde se puede rellenar productos de limpieza y alternativas sin empaque para productos de higiene personal, la mayoría de ellos elaborados de forma artesanal.
Para crear una conciencia ambiental de tu consumo, lee las etiquetas, infórmate sobre lo que compras, de dónde viene, qué contiene y visualiza los costos ambientales que implicó tenerlo en tus manos y la derrama económica que deja. Visualiza qué pasa con todos los residuos que se generan despúes de consumir tus productos, a dónde va, cuánto tiempo tarda en degradarse, cuánta basura y por cuánto tiempo estas dejando cada día.
Hay que repensar nuestra forma de comprar más local, más inteligente, con más respeto a la Naturaleza, a nuestro planeta.
Reconexión Natural
Gabriela De Valle