MÉXICO- Aunque el presidente Enrique Peña hizo 12 cambios de primer nivel a su gabinete y debió ajustar altos cargos entre escándalos, como el de los titulares de la Procuraduría Federal del Consumidor, la Comisión Nacional del Agua y la Comisión Nacional de Seguridad, en los archivos de Los Pinos sólo existen copias de cinco renuncias dirigidas a él.

El sexenio pasado fue un escándalo. Pugnas internas, ceses ruidosos y aspiraciones políticas dejaron un expediente de más de 55 cartas de renuncia al entonces presidente Felipe Calderón.

Incluso después de dejar el gobierno describieron reyertas internas, como contó Patricia Flores sobre su salida como jefa de la Oficina de la Presidencia.

Pero en el equipo de Peña Nieto no hay diferencias públicas. Ni cartas de renuncia. De acuerdo con una solicitud de información con base en la Ley Federal de Transparencia, en los archivos de la Presidencia sólo hay cinco cartas de dimisión dirigidas al titular del Ejecutivo federal.

La más reciente es la de Francisco Bolívar, quien renunció a la Coordinación de Ciencia, Tecnología e Innovación de la Presidencia, porque compitió por la rectoría de la UNAM.

EL CAMBIO DE NUÑO

El 26 de agosto de 2015, Aurelio Nuño presentó su renuncia al cargo de jefe de la Oficina de la Presidencia, porque Peña Nieto lo designó secretario de Educación Pública.

En esa misma fecha, Francisco Guzmán presentó su renuncia como coordinador de Asesores de la Presidencia. Su salida se debió a que fue designado por el propio mandatario como jefe de la Oficina de la Presidencia.

La carta de Guzmán es más de carácter administrativo, pues a diferencia de Bolívar Zapata, sólo señala que no le deben salarios ni prestaciones, o que tampoco sufrió accidente o enfermedad de trabajo.

El 5 de marzo, David López presentó su renuncia a Peña Nieto como coordinador de Comunicación Social de la Presidencia de la República.

Según Los Pinos, no hay más cartas de renuncia dirigidas al presidente Enrique Peña Nieto.

SE FUERON SIN DEJAR CARTAS

Sin embargo, los casos fuertes de salidas no están claros. En abril pasado, David Korenfeld debió renunciar a la dirección de Conagua. El domingo 29 de marzo fue pillado en uso de un helicóptero oficial para llevar a su familia de su casa en el Estado de México al aeropuerto, para irse de vacaciones a Estados Unidos.

La acción difundida en redes sociales le costó una multa y el cargo. Pero de esa carta no hay copia en Los Pinos.

En mayo de 2013, Humberto Benítez renunció a la Profeco. A finales de abril, su hija desató un escándalo porque no fue atendida en un restaurante y pidió que personal de esa dependencia clausurara el lugar, lo cual ocurrió. Ante la crítica, Benítez dejó el cargo. Tampoco hay copia de su dimisión.

En diciembre de 2014, Heliodoro Díaz salió de Liconsa debido a que presumió en Facebook un supuesto regalo a su hijo: un vehículo Porsche. Las redes sociales de nuevo hicieron su tarea, pero de la carta de renuncia no hay copia.

Aunque en julio dijo a El Universal que no iba a renunciar a la Comisión Nacional de Seguridad por el escape de Joaquín El Chapo Guzmán, Monte Alejandro Rubido fue relevado por Renato Sales un mes después. Tampoco hay carta dirigida al Presidente.