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Renuentes indigentes de Saltillo a ser llevados a albergues
Los indigentes que deambulan por plazas, cruceros y puentes peatonales de la ciudad, se han negado a dejar las calles ante el riesgo que corren de contraer coronavirus.
Ello a pesar de la insistencia de las autoridades municipales para que se resguarden en los distintos refugios habilitados para esta contingencia.
Liliana Salinas Valdés, presidenta del DIF Saltillo, dijo que en lo que va de la cuarentena se ha apercibido a las personas que están en situación de calle a quedarse en alguno de los albergues que ofrecen las distintas asociaciones civiles como son Casa San Juan Diego, el Asilo del Buen Samaritano y el Refugio de los Necesitados, los cuales operan en colaboración con la autoridad.
“El de los indigentes es un problema muy serio porque ellos no quieren ir a ningún albergue. Son gente que tiene muchos años de estar viviendo de esa manera y a veces es difícil ir en contra de lo que ellos quieren, a veces se ponen hasta un poco agresivos…
“Pudieras decir ‘tengo el albergue, aquí los dejo, aquí los cuido’, pero no quieren. Van un día, se bañan, se cambian, se quedan una, dos noches y luego se van, desaparecen. Es difícil contenerlos en algún lugar”, dijo Salinas Valdés.
ADICCIONES
Comentó que la mayoría de los menesterosos que deambulan por la ciudad tiene problemas de alcoholismo u otra adicción a drogas ilegales.
“Ya traen una vida muy complicada y muchos problemas, entonces no es muy sencillo. Muchos de ellos no tienen familias y si las llegaron a tener rompieron cualquier lazo por las mismas agresividades o por las mismas adicciones”, agrega.
Y subrayó que ante esta situación el DIF se ha dado la tarea de repartir gel antibacterial y cubrebocas entre las personas que viven en la calle.
“Pero no nos permiten recogerlos y pues nomás es estar al pendiente y estarlos cuidando un poco”, explica.
Lo mismo sucede con algunos vendedores ambulantes de semillas, músicos callejeros y pedigüeños de la tercera edad, que se la viven diariamente en la vía pública, llámese bulevares y plazas del primer cuadro.
Liliana Valdés destacó que también a estas personas se les ha invitado a quedarse en casa.
“Nosotros qué quisiéramos poderlos resguardar, pero es muy difícil y de repente están y de repente ya no están, a dónde se fueron, no sabemos.
“No podemos obligar a una persona a estar en lugar donde no quiera estar, tiene su libertad. No sé hasta dónde tuviéramos la facultad para hacerlo. Qué quisiéramos, que no estuvieran todos ellos en la calle, pero no se dejan ayudar”, lamenta.
Advirtió que recientemente el Gobierno Estatal y las autoridades municipales otorgaron paquetes alimentarios para este sector.
“Sí estamos tratando de proteger a la gente que está en situación más vulnerable, estamos preocupados y ocupados trabajando por cada uno de estos sectores”, explica.
Declaró que hasta hoy el DIF municipal carece de un censo de las personas que viven en las calles.
“Pero sí estamos muy al pendiente de estas personas, constantemente llegan a nosotros para pedir alimento, les damos de comer, algo de ropa y luego desaparecen por un tiempo, a lo mejor van a alguna otra ciudad y luego regresan…”, apuntó.