Tendidos en el piso boca abajo con los brazos extendidos y formando con su cuerpo una cruz, así son consagrados los nuevos sacerdotes. Hasta ahora la Iglesia Católica anuncia una renovación sacerdotal desde la base…(mejor desde la cúpula, remember Marcial Maciel) el criminal que arruinó la vida entera de cuanto seminarista adoctrinó para obedecer y callar como si fueran sus súbditos reales todas las bajezas, toda su monstruosa  pederastia fue replicada a nivel mundial mientras el Vaticano consentía la impunidad. Lo único que lo ha “conmovido” son los cientos de demandas judiciales que le exigen reparación económica del daño.

Jesucristo fue crucificado una vez, pero los hipócritas crucifican sus enseñanzas a diario. Con cierta frecuencia Él decía: “Mis palabras quedarán pero el tiempo pasará”. Mateo 18: 5-6 “Y el que reciba a un niño como éste en mi nombre a mí me recibe. Pero al que haga tropezar a uno de estos pequeños que cree en mí, mejor le sería que le colocaran al cuello una piedra de molino de las que mueve un asno, y que se ahogara en lo profundo del mar”.

Con vil y criminal demagogia “la Santa Madre” ahora dice: “tolerancia cero contra los abusos (evita decir abusadores) de menores. La Arquidiócesis pide mejorar los procesos de selección de aspirantes con nuevas estructuras, planes de estudio, formación humana, pastoral, académica y espiritual para prevenir “conductas inapropiadas”, garantizar la madurez afectiva y sexual bla, bla, bla.

Obispos conservadores porque se sentían más cómodos en la frivolidad y los lujos del círculo elite de la clase empresarial, como el frívolo Onésimo Cepeda el cura de los ricos y Norberto Rivera, se encargaron de desmantelar el trabajo y correr al VII Obispo de Cuernavaca, Sergio Méndez Arceo (1907-1992) ordenado sacerdote en 1934 egresado de la Universidad Gregoriana de Roma, patriarca de la solidaridad y artífice de la renovación de la Iglesia.

Fue el único en aplicar el psicoanálisis de Sigmund Freud como filtro de selección. Que el conocimiento del consciente “Ello”, pre consiente “Yo” e inconsciente “Súper Yo” y no la ignorancia de la estructura de la personalidad desde donde tomamos las decisiones y elegimos nuestra vida, acompañara al seminarista en su realización sacerdotal. Pero a los aspirantes los dejaron existencialmente solos, perdidos con un adoctrinamiento para tener mentalidad de borrego. “No pienses, la Iglesia piensa por ti”. La ignorancia destruye al discernimiento, la ausencia de autoconocimiento deja en estado de ingobernabilidad a los bajos instintos y la ética jamás fue instalada en el disco duro de quienes siguieron un chispazo vocacional.

El milenio pasado escuche decir a una señora mayor, habitante de un ejido: cada cura que llega, embaraza a “la flor más bella del ejido”, toquetea a los chiquillos. ¿Sabe qué estaría bueno hacerles? Pensó unos segundos y dijo: acostarlos boca abajo, con el “des-te” dentro de la boca del hormiguero de  hormiga colorada para que les piquen “ahí”, a ver si escarmientan… y resopló.

¡Decídete a ser feliz hoy! 

@_A_lfonsina