Desde siempre he sido un amante de la fotografía y de todas sus expresiones, me ha interesado la historia, las diferentes tecnologías, creo que lo que más disfruto es investigar el trabajo de fotógrafos de nuestra región. Sin duda, juicio muy personal, la fotografía es un instrumento valioso que aporta muchísima información.

Gracias a Internet, hoy se puede acceder a un mundo de información. Desde hace tiempo he podido adquirir fotografías en los diferentes portales, son ventanas al mundo y con cierta cantidad de dinero puede uno comprar cualquier cosa.

Al navegar por la super carretera de la información me ha tocado ver magnificas postales de Saltillo, en particular me llamaron la atención las de los años cincuenta; en su mayoría impresas en romántico blanco y negro, su nitidez, composición y su excelente calidad de impresión son notables.

Hace casi un año recibí una llamada del experto anticuario Erasmo Ramos, me dijo que un conocido estaba vendiendo un álbum de postales de Saltillo: “habla con él a lo mejor te puede interesar”; me proporcionó su número y de inmediato me puse en contacto, resultó ser un comerciante de la ciudad de Guanajuato, ofrecía en venta varios objetos de dos fotógrafos de su ciudad. 

El vendedor me mandó por WhatsApp parte de lo que tenía a la venta, entre las cosas se encontraba un gran álbum con más de 140 postales de Saltillo, al ver aquellas imágenes reconocí inmediatamente que se trataba de aquellas maravillosas postales con números y de las que no se sabía nada de su autor.

Pregunté ¿De casualidad no sabe usted quién es el autor de las postales? De inmediato me respondió, sí, ¡¡claro!!, son los hermanos García de aquí de Guanajuato. La cabeza me empezó a dar vueltas por las tantas preguntas que quería hacer; recuerdo que lo primero que le dije, ¿Cuánto pretende por el álbum de postales de Saltillo?, me respondió bueno, yo sé que solamente le pueden interesar a alguien que sea de Saltillo, no las he podido vender, por eso le voy a dar precio.

Sin mucho batallar, nos pusimos de acuerdo y pactamos el precio por el álbum. Después vinieron las preguntas sobre los autores, las respuestas fueron tan agradables y sorprendentes como las postales mismas.

La calidad de los trabajos no son casualidad, son hijos nada más ni nada menos de que don Romualdo García Torres, afamado fotógrafo originario de Silao, Guanajuato; un poco de su trayectoria, García asistió a la escuela de Belén en Guanajuato, a la par trabajó en una botica, labor que le permitió formular y preparar sus propios químicos.

Al término de la primaria, Romualdo, tomó clases de pintura con Luis Monroy, estudió música y aprendió a tocar varios instrumentos, luego formaría parte de una banda musical.

En el año 1887 abrió su estudio en Cantarranas 34, El gran acervo de negativos acumulados durante años se perdió en la inundación ocurrida en 1905 en la capital guanajuatense. 

García abandona su quehacer en 1912 y su estudio quedó en manos de sus hijos, Manuel y Salvador, quienes continuaron la labor de su padre, pero ahora enfocados en recorrer el país.

Los hermanos García estuvieron en Saltillo en dos ocasiones, poco antes de 1950 y en el verano de 1957, realizaron extraordinarias fotografías de las principales calles, plazas, edificios, monumentos, escuelas, hoteles e interesantes panorámicas.

Agradezco a Olivia Strozzi, directora del Archivo Municipal de Saltillo e Iván Vartan coordinador de la fototeca, por la invitación para dar una plática sobre el trabajo de los hermanos García, el cual se puede resumir con una frase del famoso fotógrafo Henri Cartier-Bresson: “Fotografiar es colocar la cabeza, el ojo y el corazón en un mismo eje”.

El legado de los García está conformado por miles de fotos y postales de varias ciudades de la República, así como fotografías de retrato, todas tomadas entre 1920 y 1950.