Relatos y retratos de Saltillo: El Fortín de los Americanos

Usted está aquí

Relatos y retratos de Saltillo: El Fortín de los Americanos

Histórico. Este espacio lleno de reminiscencias militares se ha visto transformado.
El espacio fue testigo de enfrentamientos militares

Durante los días previos al 22 y 23 de febrero de 1847, el presidente Antonio López de Santa Anna, comandante de las tropas del Ejército Mexicano, arribaría a las inmediaciones de Saltillo con miles de efectivos para enfrentar al ejército invasor de los Estados Unidos.

El enfrentamiento se dio en un lugar llamado La Angostura, cerca de la Hacienda de Buena Vista, ubicada a unos 12 kilómetros al sur de Saltillo, donde hoy se encuentra justamente el ejido del mismo nombre. La Angostura, llamado así por el estrecho camino a la salida sur de Saltillo, en su mayoría un terreno blando erosionado por la bajada de aguas, al pie de la sierra de Zapalinamé.

Las fuerzas invasoras estadounidenses conformadas en su mayoría por voluntarios, estuvieron bajo el mando del general Zachary Taylor y al frente del Ejército Mexicano el jalapeño de triste memoria, Antonio López de Santa Anna.

 Después de dos intensos días de lucha, el resultado de la batalla fue ambiguo, ambos bandos proclamaron la victoria. Lo que se califica de un comportamiento extraño en las fuerzas de Santa Anna con superioridad numérica, pero con un ejército mal pertrechado, cansado, hambriento y sobre todo con frío, se retiraron con trofeos de guerra de cañones y banderas, dejando en el campo de batalla a fuerzas estadounidenses, las cuales esperaban más combates en los días posteriores.

Cuando el Ejército Norteamericano se encontraba estacionado en la ciudad, previo a la cruenta batalla, decidieron construir una fortificación en el sur en la mesa conocida como de Arizpe, desde ese punto alto, la función primordial serviría como puesto de vigilancia, defensa de la ciudad, como polvorín y almacén de municiones.

 LAS ANÉCDOTAS DEL BATALLÓN WEBSTER

El fuerte se conoció como Fortín de los Americanos o de Taylor, fue construido por Issac Bowen, primer teniente de la batería Webster del ejército yanqui.

Marco Antonio González Galindo, quien se ha dedicado a investigar estos temas militares, nos comentó que se erigió principalmente de adobe o piedra caliza, en forma letra V. Bowen no estuvo presente en la batalla de La Angostura, porque en esos días precisamente se encargaba de edificar el fuerte, el oficial estadounidense escribiría una carta a su esposa Kate en Houlton, Maine, diciendo que los días durante el levantamiento del fuerte habían sido durísimos.

Bowen vivió en una casa de campaña mientras se erguía el fuerte, una mañana al despertar miró la ciudad y a sus alrededores, estaban cubiertos de una blanca capa de nieve.

LOS EJÉRCITOS Y SUS ACTIVIDADES

El fortín protagonizó muy poca actividad, fue utilizado por los soldados norteamericanos para cubrir la plaza, al disparar los dos cañones a las fuerzas del general José Vicente Miñón cuando pretendía tomar la ciudad por el lado oriente. En 1848, cuando terminó la guerra, los americanos abandonaron la ciudad dejando dos cañones que previamente se encargaron de inutilizar.

El fortín se volvería a utilizar de nueva cuenta, pero ahora por el Ejército Francés durante la intervención francesa en la década de los años sesenta del siglo XIX, por último en tiempos de la Revolución Mexicana las fuerzas federales usaron el fortín con los mismos propósitos militares.

EL FIN DE SUS DÍAS Y SU RECOMPOSICIÓN

El lugar estuvo abandonado y su deterioro fue gradual hasta desaparecer por completo, después de 130 años este histórico lugar fue rescatado, se pavimentó el camino circundante se volvieron a poner otros dos cañones levantó un mirador y una plaza pública llamada México, hace poco tiempo se instaló una extraña estructura de metal, por no decir fea, con fines de mirador.

Es un lugar donde se puede apreciar el valle de Saltillo a todo lo largo y ancho, ahí sobre todo se puede sentir el aire cargado de historia.