“Me escribió mi editor”. Es una oración que hace que le brillen los ojos a cualquier escritor aspirante o es utilizada por escritores a los que le gusta presumir. En el periodismo es cosa de todos los días. Si colaboras o trabajas para un diario tu editor no sólo te escribe... Te manda mensajes, te llama y hay algunos tan insistentes que no quieres saber nada de ellos.

1. En fin... Me escribio mi editor. Uno de varios que tengo. Agradecí su saludo: “Hello, it's me”. No sabía que le gustaba Adele, pero lo sospechaba. Hicimos algunas bromas centradas en el sobrepeso (obvio) y salieron a relucir los temas típicos de enero.

2. Quizás el propósito de Año Nuevo que más rápido se colapsa es bajar de peso y/o talla, el problema es que nuestras costumbres alimenticias no nos ayudan demasiado para poder lograrlo y mucho menos nuestra gastronomía, de ahí que todo en la báscula suba cuando lo que muchos deseaban originalmente era disminuir. El caso es que pasada la primera quincena del año nadie se acuerda de los propósitos. Comienzan, por otra parte, los primeros anhelos.

3. Si no se logra algo, la reacción inmediata es recordar. ¿Y qué se recuerda? Claramente lo que no está, ya sea que se haya ido o que nunca estuvo. “Enero es un lunes largo”, dice Xavier Velasco en Diablo Guardián, pero para muchos (yo incluido) es como una cruda. Una gran cruda de 31 días.

4. El panorama no ayuda mucho a levantar el ánimo general en estos días: la gente ya no anda en la calle con la sensación de poder comprarse el mundo. Se bebieron y comieron todo lo que pudieron y nadie quiere regresar a la realidad que significa tener que volver a juntar lo perdido y deshacerse de todo lo malo adquirido. Dejar todo atrás. Una detox, pues.

5. Sin embargo, arreglar las cosas con uno mismo es díficil. No es como tomar jugos exóticos y renunciar a todos los vicios por un periodo de tiempo indefinidio e insoportable. Mucho menos es algo parecido a la dinámica acostumbrada al terminar una relación, donde, por ejemplo, hay quien escucha a todo volumen “I will survive” para sentirse empoderado y salir a caminar por la acera con actitud de Tony Manero en los creditos iniciales de Saturday Night Fever.

6.  Pero es cierto, así deberían ser los inicios de año: caminando sin reprarar en nadie más, como en el video de “Bitter Sweet Symphony”, en el que Richard Ashcroft se ve tan intimidantemente decidido como el T-1000 tras su presa. Sin embargo, para empezar también hay que encontrar la canción adecuada para ello; una que sea suficientemnete inspiradora pero que tampoco dé falsas esperanzas. Por mi parte, ya armé un playlist para arrancar el año y la primera canción es, para seguir con la línea, de The Verve: “This time”. Sencilla y apropiada.