Plantar árboles en comunidades remotas y terrenos accidentados no es tarea fácil. Por fortuna, para superar esto se han desplegado drones para ayudar con el mapeo, el monitoreo y la verificación para ayudar a la reforestación de áreas siniestradas. 

Al uso de drones que son capaces de plantar árboles a un ritmo de 100 mil cada hora, se le conoce como "silvicultura de precisión".

El plantar árboles a mano es algo lento y costoso, además de que el trabajo se complica si hablamos de zonas de difícil acceso, donde los costos se pueden duplicar fácilmente.

El sistema se basa en dos tipos de drones, uno que se encarga de mapear el terreno y hacer una simulación digital en 3D, para que por medio de un algoritmo se calcule el patrón de siembra más adecuado. Una vez que se tiene el mapa, lo siguiente es programar y enviar los drones cargados con semillas germinadas, las cuales serán disparadas de forma automática y sin la necesidad de un ser humano que supervise, ya que una vez que terminen la tarea, los drones regresarán al punto de origen gracias a su GPS.

Otra de las ventajas del nuevo sistema es que el dron puede cargar y sembrar múltiples especies de semillas al mismo tiempo, esto en caso de que la zona requiera diversidad, además de que puede plantar en arreglos y patrones diseñados específicamente para cada tipo de superficie.

En Coahuila desde hace unos días, las sierras de Arteaga y Zapalinamé se vieron afectadas por intensos incendios devastando cerca de 4 mil hectáreas, las cuales podrían ser reforestadas con este tipo de tecnología.

Eglantina Canales, secretaria del Medio Ambiente de Coahuila, consideró que reforestar la zona dañada llevará más de 30 años.