Monterrey, Nuevo León.- Luego de cinco meses de recibir un tratamiento con un medicamento derivado de la mariguana, Graciela Elizalde Benavides ha tenido notable mejoría en su estado de salud al punto de que ahora solo tiene unos 20 episodios convulsivos en contra de los 400 que antes presentaba.

En entrevista, su padre, Raúl Elizalde comentó que el medicamento en base al cannabidiol comenzó a consumirlo en octubre pasado y a la fecha está más alerta y le han disminuido la crisis.

“Antes tenía 400 crisis ahora en promedio son unas 20”, aseguró en entrevista telefónica.

Expuso que ya duerme más de corrido y presta más atención porque antes los medicamentos que tomaba la mantenían más aletargada. Inclusive sonríe y juega más con su hermana.

Comentó que los resultados que han tenido son maravillosos y entre ellos ahora Grace hasta puede dar algunos pasitos ayudada por alguien lo que antes era prácticamente imposible.

La menor de ocho años se convirtió en la primera paciente mexicana en tomar un medicamento derivado de la marihuana, denominado CBD, luego de que sus papás consiguieron una suspensión de amparo para concretar la importación de la sustancia.

Elizalde comentó que también le han reducido la cantidad de medicamentos que toma.

“Ahora solamente toma dos, antes eran cuatro”, apuntó.

Añadió que a toda la familia la vida les ha cambiado desde que Grace está recibiendo el tratamiento porque su condición es mucho mejor.

“Antes no podíamos dejarla sola. Ahora hasta permanece sentada más tiempo, antes estaba mucho acostada”, contó.

Grace presenta el síndrome de Lennox-Gastaut que es considerada una epilepsia de difícil control por lo 
que antes de ingerir CBD, su situación médica era muy complicada.

Por otra parte, el padre de familia compartió que la tarde del martes, alumnos de la Universidad de Monterrey (UDEM) le obsequiaron a la niña una silla que contribuirá para su movilidad.

Es un prototipo que diseñaron como parte de un examen final de su carrera y les llevo casi 10 meses de trabajo.

Los creadores son: Antonio González Carrera y Adrián Casillas Guzmán, que cursan la carrera de Ingeniería Mecatrónica e Ian Talamas Saca, de Ingeniería de Electrónica y Robótica.

El producto está construido en aluminio tiene 1.10 de largo, 1 metro de ancho y 1.50 de alto con un peso de 55 kilos.

Tiene un costo de 44 mil 720 pesos, pero el monto fue pagado por los propios estudiantes.

La unidad se desplaza con tres ejes traseros que permiten subir 21 escalones por minuto.

El papá de Grace agradeció a los estudiantes la contribución que les facilitará mover a la pequeña que cada vez está más grande.