Usted está aquí
Redoba y Sotol: Reinterpretando la música norestense
Saltillo.- De las entrañas del desierto surge un sonido, ese que emana de los habitantes de las remotas comunidades que en sus tierras secas, con las manos partidas y las voces nostálgicas, han erigido la tradición musical coahuilense; el grupo ‘Redoba y Sotol’ busca rescatar la esencia de estos ritmos y crear el propio a partir de estos.
Se trata de un proyecto en el que experimentados y reconocidos miembros de la música en el estado se reúnen para hacer una labor de investigación, difusión y experimentación de la música norestense.
Involucrados en proyectos previos dedicados al rescate de la música, el grupo se conforma por David Jaramillo, Pío Ríos, Alicia Torre, Jesús Fascio, Efraín Esperilla y Guillermo Valles.
Desde la música clásica hasta el acordeonazo, la variedad de los estilos que dominan éstas personas les permiten fusionar sus conocimientos con lo más auténtico de los ritmos regionales para crear sus propias versiones de los temas típicos del noreste, aderezados con el sabor y toque de la música de otros países.
Rafael Martínez, quien dirige el grupo, explicó que “de esto resulta un concepto que si nos damos cuent, son temas aderezados ya con un sonido más individual, ya sea con el piano, un contrabajo, un arqueado o el bajo sexto tradicional, además nos atrevemos a añadir una quena sudamericana y el saxo para añadirle a la música un sonido diferente”.
El chotis, los corridos, las polkas y el cardenche son los estilos que ‘Redoba y Sotol’ utilizan para enriquecer al estado y no sólo consiste en un ensamble instrumental y vocal, sino en la generación de documentos con validez académica que sirvan como un registro para la historia de ésta música.
Efraín Esperilla, director de la orquesta de cámara de la Universidad Autónoma de Coahuila, señaló que además de dar a conocer de manera distinta la música de la región, esperan llevar a cabo un proyecto de rescate de la tradición.
“Queremos que no quede nada más aquí. Es un proyecto de investigación dónde vamos a hacer las partituras de todo éste material para rescatar un poquito de la tradición sonora que se está perdiendo, queremos academizar el proyecto para que podamos tenerlo registrado para otras generaciones”, añadió Esperilla.
David Jaramillo explicó que lo más difícil del proceso no fue encontrarse y tener una idea, sino desarrollar su propia propuesta musical, pues no se trata solo de rescatar la tradición sino de ofrecer algo a partir de lo que ya se encuentra en la región.
“Es cuestión de escarbarle tantito y salen un montón de temas que estuvieron vigentes algún tiempo y que ahora ‘Redoba y Sotol’ quieren proponerlos nuevamente con un sonido diferente, otros instrumentos y probablemente la gente de Coahuila encuentre una identidad musical mejor, con este estilo y este grupo”, añadió.
Martínez por su parte destacó que si ésta música se encuentra disponible para este grupo y la demás población, es gracias a que hubo gente que se encargó de preservarla y difundirla, por lo que otra misión del grupo es rendirle un homenaje a todos ellos.
“Nosotros siempre hemos pensado que a la música del campo hay que tenerle mucho respeto, mucha gente piensa que la música de los ejidos, de las comunidades lejanas a las grandes ciudades es una música pobre y definitivamente nosotros pensamos que al contrario, es una música muy rica que hay que aderezar”, dijo.
Aseguró que incluso los grandes músicos de la historia, provenientes de los países europeos, partían de la música del campo para crear sus propias obras, inspirados por el folclor más inmediato y otorgándoles sus propias aportaciones, y eso es justo lo que ellos quieren hacer.
“Hice una comparación, como cuando tomamos a una muchacha campesina, la llevamos a la ciudad y la mandamos con un estilista que le hace un trabajo muy malo, Lejos de quedar naturalmente bonita la muchacha queda medio… cursi”, explicó.
Como músicos contemporáneos asegura que toman la música de las comunidades pequeñas, la arreglan y destacan en ella la belleza natural.
El sonar norestense
“La música evoluciona constantemente y hay gente que la preserva tal y cual es, también hay quienes le van poniendo, pero creo que los músicos tenemos la obligación de ponerle un arreglo diferente, una nota o dos, pero es obligado sino toda la música sería igual”, señaló Pío Ríos.
Sin embargo la música en Coahuila es identificable, a pesar de pertenecer al mismo cordón norestense, Ríos asegura que así como tienen algo similar, es lo pequeño y particular lo que no solo los distingue sino que los vuelve únicos.
“Como en el caso del canto cardenche, es un canto de dolor, de tristeza, de nostalgia porque la gente que está en los campos ha sufrido, entonces casi en todas las letras de sus canciones hay tragedia, amor y desamor pero sobre todo la necesidad de sobrevivencia”, explicó.
Reconoció que hay cosas muy semejantes en las que vale la pena establecer una comparativa como la redova, el chotis y la polka, que hablan sobre la influencia europea en la música mexicana.
“Cuando llegaron estos sonidos la gente trató de imitarlos con los instrumentos que había - explicó - entonces ellos no dijeron ‘hagamos chotis y redova’, sino que fue un accidente, así como nosotros, quizá en 100 años a nuestro sonido lo van a llamar de alguna manera”, finalizó.
La Ceiba Gráfica
Exposición de grabado
> Fecha: hasta agosto
> Lugar: Casa Purcell
> Hora: 10:00 a 18:00 horas
> Entrada libre
Tes generaciones
Coahuilenses en la pintura
> Fecha: hasta agosto
> Lugar: Galería de la SEC
> Hora: 10:00 a 18:00 horas
> Entrada libre