Recuperación económica: el camino es aún largo

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Recuperación económica: el camino es aún largo

¿Podemos ser optimistas respecto del diagnóstico de recuperación y pensar que es posible ubicarnos en niveles de crecimiento prepandemia antes de diciembre de 2023?

“La generación de riqueza medida como PIB del país, no va estar a niveles prepandemia, es decir, a diciembre de 2019, sino hasta diciembre de 2023 cuando menos”, aseguró ayer en Saltillo Enoch Castellanos Férez, presidente nacional de Canacintra.

El apunte del dirigente empresarial es importante porque evidencia la necesidad de asumir el retroceso que la pandemia provocada por el coronavirus SARS-CoV-2 produjo en la dinámica económica de nuestro país y nos obliga a poner los pies sobre la tierra más allá de la coyuntura política del momento.

Sobre todo, es importante valorar que el diagnóstico de Castellanos Férez no es uno de carácter político, sino estrictamente económico y por ello pone el énfasis, entre otras cosas, en la necesidad de avanzar con rapidez en el proceso de vacunación a la población abierta.

“Deberían (los servidores públicos) de trabajar más de la mano de la iniciativa privada. Nosotros les tendimos la mano para vacunar a nuestros trabajadores previo a la elección, nos dijeron que no. Saquen sus conclusiones si valió la pena ganar una elección a costa de la gente que va a fallecer, pero eso fue lo que sucedió y hay que dar testimonio de ello”, dijo el líder empresarial.

Y es que al final de cuentas, para cualquier persona lo que cuenta es que pueda hacer frente a sus necesidades básicas y para ello lo que requiere es de un ingreso estable y esto implica alejarse de la línea de la supervivencia e instalarse en el ideal de conquistar las metas que se haya planteado libremente.

El Gobierno, desde luego, juega un papel en este proceso, pero no puede garantizarle a todo mundo un ingreso mínimo -suficiente, de forma ideal- sin la participación de la iniciativa privada y por eso es que ambas partes deben colaborar en la generación de riqueza colectiva.

Por ello es que la recuperación económica, entendida como el proceso mediante el cual se generan recursos suficientes para que todas las personas sean capaces de perseguir sus propias metas, debe ser un propósito central de la planeación del desarrollo nacional.

Hoy está claro que hemos pasado por el punto más complejo de la crisis económica y que estamos en la ruta de la recuperación. Pero entonces lo que debe preocuparnos es la velocidad con la cual este proceso puede -y debe- registrarse en los meses por venir.

¿Podemos ser optimistas respecto del diagnóstico de recuperación y pensar que es posible ubicarnos en niveles de crecimiento prepandemia antes de diciembre de 2023? Al menos en teoría la respuesta es sí, pero en términos de realidad eso no será posible si el Gobierno y la iniciativa privada no suman voluntades para concretar el propósito.

Valdrá la pena por ello que una y otra parte realicen el mayor de sus esfuerzos por colocar, por encima de sus diferencias, el interés colectivo y encuentren una fórmula para sumar esfuerzos y con ello acelerar el proceso de recuperación que a todos conviene.