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Recuerdan granadazo que dejó siete muertos
MORELIA.- La noche del 15 de septiembre de 2008 fue la primera y última vez que la familia López Alvarado acudió a una ceremonia de El Grito de Independencia; el estallido de dos granadas de fragmentación terminó con la celebración y les estropeó el futuro.
Fue el primer atentado con esas características registrado en la historia del País y dejó heridos a siete integrantes de la familia, que aún sufren las secuelas.
De este hecho perpetrado mientras el Gobernador en turno Leonel Godoy Rangel arengaba a los asistentes con el: “Viva México” no hay responsables en la cárcel; los detenidos como presuntos implicados fueron liberados en 2015 por falta de pruebas.
Ocho años después la herida no ha sanado; los michoacanos no olvidan la muerte de siete civiles y el sufrimiento de más de 100 lesionados, alcanzados por las esquirlas que liberaron las dos granadas de fragmentación, robadas de un cuartel militar en Guerrero, según las investigaciones ministeriales.
Rita Alvarado Trejo recuerda que desde aquella noche su vida no volvió a ser la misma. Ella, José López, su esposo, así como dos de sus hijos y tres sobrinas resultaron heridos. “Ninguna autoridad nos ha apoyado, nos rascamos con nuestras propias uñas”, señala.