Recuerdan en Día de las Madres a doctora que murió infectada por COVID-19

Elisa Amaya es reconocida en el sector salud de Coahuila por haber sido una doctora en medicina familiar entregada, siempre al pendiente de sus pacientes, responsable y con la disposición de ayudar al más necesitado
Tragedia. Amigos y compañeros aún lamentan su muerte, con su partida perdieron a una gran profesional y confidente. CORTESÍA

TEXTO: LIDIET MEXICANO

FOTOS: CORTESÍA

Elisa María Amaya Cruz es reconocida en el sector salud de Coahuila por haber sido una doctora en medicina familiar entregada, siempre al pendiente de sus pacientes, responsable y con la disposición de ayudar al más necesitado.

Sin embargo, esta descripción se quedó muy corta ya que para Miranda, su pequeña hija y para su familia; fue la mejor mamá hasta que el COVID-19 le arrebató la vida.

Elisa fue la segunda hija de seis procreados por Jaime Amaya y Olga Cruz Ramos, aunque él era originario de Torreón y ella de Rodríguez, Nuevo León, al unir sus vidas vivieron en familia en el municipio de Castaños, Coahuila, luego cambiaron su lugar de residencia a Monclova.

Desde pequeña Elisa fue líder y se le asociaba con una personalidad alegre, positiva, con objetivos y metas que siempre alcanzaba a cumplir.

Unidos. Con su hermano Raúl, también médico, Elisa Amaya tenía un estrecho vínculo. CORTESÍA

Siempre fue una de las integrantes de la familia que fomentaba a la unión, a la sana convivencia y sobre todo a respetar y a amar a sus hermanos y padres.

LA LLAMÓ LA MEDICINA

Al paso de los años ella comenzó a tener mucha inclinación por sus estudios; en este ámbito era dedicada. Le interesó la medicina, situación que al término de su bachillerato le llevó a radicar en La Laguna, donde comenzó su carrera en la Universidad Juárez del Estado de Durando campus Gómez Palacio.

A decir de su hermano Raúl, quien también estudió en la UJED, Elisa estaba rodeada de amigos; incluso llegó a comentarle: “tú tienes que convivir”, pues era muy sociable.

Al culminar sus carreras tomaron rumbos distintos, ella recibió su plaza de médico en Ciudad Acuña y Raúl, que se convirtió en médico, comenzó a trabajar en la ciudad de Piedras Negras, ambos ingresaron al Instituto Mexicano del Seguro Social.

“Aunque no fue la mayor siempre fue líder, hasta de nosotros los hermanos. Yo tomaba los consejos de ella porque era una persona ejemplar, no tenía ninguna malicia, no se aprovechaba en ninguna situación, ella siempre luchaba por sí misma por todo lo que quisiera”, comenta Raúl Amaya, su hermano menor y médico del IMSS Piedras Negras.

Aunque no fue la mayor siempre fue líder, hasta de nosotros los hermanos”.
Raúl Amaya, médico.

MADRE Y TÍA EJEMPLAR

Fue entrando el año 2010 cuando la doctora recibió la noticia de que sería madre y su vida cambió totalmente.

Ella estaba feliz porque sería madre de una pequeñita a quien se entregaría por completo.

Mariana llegó a su vida y así fue, se dedicó a convertirla en una niña educada, disciplinada y sobre todo feliz.

“Era una persona destacada en el sentido profesional y no se diga en el sentido maternal, pues era un ejemplo a seguir. Su servidor es padre soltero, tengo la custodia de mi hija menor de 14 años y para mí ella era un ejemplo de cómo sobrellevar la vida de nuestros hijos”.

Por tener ambas niñas a su cargo, Elisa le compartía cómo tratar a una mujercita, sobre todo cómo entenderla pues comenzaba su etapa más complicada, la adolescencia.

“Le pedía el apoyo de darle seguimiento a mi hija, porque mi hija es mujer y no entendía cosas de niñas y ella me daba muchos consejos”, comentó el doctor Raúl Amaya.

Por eso, este Día de las Madres, su hija, sus hermanas y hermano, sobrinos, primos y demás familiares y amigos, recordarán con oraciones y admiración a Elisa Amaya, mujer valiosa y valiente, doctora cálida y cariñosa madre, que se fue enfrentando y disfrutando cada experiencia que le llegó a su vida.

Lazos. Para la familia de la doctora Elisa la pérdida es casi insuperable, ella era quien los mantenía unidos. FACEBOOK

Familia de doctora muerta por COVID-19 le desean paz y la recuerdan con cariño

Desde que llegó a Monclova a residir, Elisa se acercó mucho más con su familia; tristemente esa etapa no duró mucho

Hace aproximadamente seis años, la doctora Amaya; como era nombrada en los hospitales donde se desempeñó, comenzó a radicar en Monclova. A los pocos días su nueva sede de empleo sería la Clínica 9 del IMSS en Frontera.

Ya estando en Monclova, la doctora Elisa Amaya Cruz tuvo más contacto con el resto de sus hermanas, la convivencia se hizo de a diario. Ahora su vida era: su hija, su familia y su trabajo.

“Miranda, es una niña simpática, deportista, mi hermana andaba por toda la ciudad donde había competencias, a nivel internacional por Estados Unidos a pesar de dolencias derivadas de un problema articular en la rodilla”, cuenta Raúl Amaya.

Por su niña hacía hasta lo imposible era una mamá ejemplar”.
Raúl Amaya, médico.

 

“Era madre soltera, por su niña hacía hasta lo imposible era una mamá muy ejemplar, era muy precisa en todo lo que le hacía a su niña”.

Hasta hace algunas semanas, la doctora estaba emocionada, planeando las dos quinceañeras de sus sobrinas y la primera comunión de su pequeña, que el próximo 15 de mayo cumplirá diez años de edad.

“Ella andaba organizando todo como si todas fueran sus hijas, ella era una persona que quería a su familia y sabía demostrarlo, era una mujer muy ejemplar y esperemos que ella esté en paz donde quiera que esté, confiamos que esté a lado de Dios”

INICIO DEL MAL Y UNA NOCHE COMPLICADA

Aunque comenzó con algunos malestares para respirar a inicios de abril, continuó atendiendo a sus pacientes hasta el último día de su semana de trabajo, pues era profesional en ese sentido.

La madrugada del día 4 de abril comenzó a tener temperatura y tenía problemas para respirar un poco más severos, tan pronto amaneció fue a casa de su hermana menor y le encargó a su hija, para realizarse unos análisis.

Mi sobrina dijo que su mamita no la dejó dormir porque a cada rato se ponía el termómetro en la noche”.
Raúl Amaya, médico.

“Mi sobrina dijo que su mamita no la dejó dormir porque a cada rato se ponía el termómetro en la noche, fue hasta el sábado que le pidió a mi hermana menor que le cuidara a su hija, que le harían unos estudios, no sabíamos que iba a ser su última llegada ahí; entregando a su niña sin saber que ya no iba a regresar”.

Al hacer esto, la doctora fue por su propio pie a revisión, ingresó a la clínica 7 del IMSS con fiebre e insuficiencia respiratoria y a decir de la familia, estaba estable pero a las 17:25 horas del domingo se confirmó su muerte por “neumonía”, lo cual causó un grave golpe en todos sus familiares.

Era algo increíble, al irse de su casa no estaba en un estado crítico, fueron horas para que se le complicara su salud y todo derivara en su muerte.

EL MANEJO DEL CUERPO Y LOS RESULTADOS QUE NUNCA ENTREGARON

La clínica del IMSS ordenó la incineración del cuerpo, pero aún no realizaba la prueba de SARS-CoV-2 a la doctora, aún y cuando presentó síntomas de este padecimiento.

Comenzó la presión de la familia hasta que se ordenó la toma y finalmente su cuerpo fue cremado.

Al día de hoy, es fecha que el instituto no entrega los resultados, fue el mismo gobernador Miguel Riquelme quien informó que efectivamente fue COVID-19 la causa de su muerte.

Amorosa. Elisa Amaya amaba a su hija y sobrinos. Un ejemplo es que ya preparaba una doble fiesta de 15 años para las hijas de sus hermanas.

NI UN ABRAZO SE HAN PODIDO DAR

Por la contingencia sus familiares viven un luto aún más pesado y doloroso, toda vez que al incinerar el cuerpo no pudieron despedirse de la que mantenía más unida a la familia.

“No nos hemos dado ni siquiera un abrazo, son situaciones bien difíciles para todos no poder externar esa situación de sufrimiento.

No nos entra la idea de que se nos haya ido físicamente del mundo, no nos hemos hecho a la idea y quisiéramos recordarla como siempre era físicamente y en vida, obviamente somos personas adultas y tenemos que asimilar los designios de Dios.

“A veces duele mucho, no hay una forma de medir el dolor individualmente cada hermano, pero para mí es una pérdida que jamás voy a asimilar”, dijo Raúl Amaya, compungido y seguro que nunca olvidará a su hermana.

Alegría. Las reuniones familiares de los Amaya eran especiales por la doctora Elisa, de aquí en adelante los acompañará en sus recuerdos.

DEFICIENCIAS

Al día de hoy, es fecha que el instituto no entrega los resultados que le hicieron a la ahora fallecida.

Fue el gobernador Miguel Riquelme quien informó que fue COVID-19 la causa de muerte de Elisa Amaya.