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Recuerdan como alegre y fantástico a sacerdote asesinado en Saltillo
“Comunicativo y entregado a Dios... el padre Joaquín era fantástico”, así describe el padre Rodolfo Pachicano al sacerdote hallado muerto el pasado jueves en Parras de la Fuente.
La desaparición del párroco Joaquín Hernández Sifuentes, desde el pasado 3 de enero, desencadenó una cadena de oraciones en las nueve comunidades eclesiásticas a las que se unieron también las diócesis de Tampico, Matamoros, Linares, Ciudad Victoria, Nuevo Laredo, Piedras Negras, Monterrey y Saltillo.
De una manera natural y espontánea desde hace 10 días comenzaron esas cadenas de oración entre las familias, en comunidad y durante la Hora Santa, recordó Rodolfo Pachicano Llaca, párroco del templo Sagrado Corazón de Jesús, ubicado en el sector La Aurora.
“Durante los días de desaparición se percibía una angustia llena de tristeza con preocupación que hacía llamar siempre al espíritu de oración para crecer siempre en la esperanza cristiana. Ayer, nuestra primera misa, después de saber la noticia fue a las 06:00 de la tarde y sin avisar a nadie que la tendríamos, por el padre (Joaquín), llegaron (los feligreses) a la santa misa que estaba abarrotada, más que si fuera domingo”, dijo.
Las comunidades eclesiásticas que participaron fueron: El Sagrado Corazón, San José de los Cerritos, San Judas Tadeo (Ciudadela), Guadalupe (Torrecillas), La Divina Providencia (La Palmilla), Cristo Rey (La Libertad), Inmaculada Concepción (La Hibernia), Santa Ana (Los Rodríguez), San Juan Pablo II (Los Siller) y La Ermita (San Antonio de Padua).
SERÁ IRREMPLAZABLE
El padre Rodolfo lo describió como una persona incansable, alegre, amistoso, comunicativo y entregado a Dios… “era fantástico”.
Finalmente, Pachicano Llaca se refirió a los dos hombres que se encuentran detenidos por el asesinato del jerarca religioso que “desde nuestra fe el Señor es capaz de perdonarlo todo, pero que no sigan haciendo más daño a nadie”.