Del 2019 al 2020, con la “transformación” en los apoyos educativos, el estado de Coahuila quedó en el cuarto lugar nacional con mayor reducción de recursos públicos, sobre todo con la eliminación del programa Prospera y algunas becas.

A partir del 2019, en el nuevo Plan Nacional de Desarrollo se trazaron objetivos distintos, y en el caso de Coahuila, en el ramo 11 de programas de educación pública, cuyo control presupuestal lo tiene el Gobierno Federal, el presupuesto disminuyó drásticamente, sobre todo porque se eliminó el programa Prospera de Inclusión Social, el cual hasta el 2019 tuvo un presupuesto de 205.5 millones de pesos.

En porcentaje de variación, Coahuila aparece en el cuarto sitio nacional de las entidades afectadas en los programas educativos: Ciudad de México, con mil 842 millones de pesos (16 %); Colima, con 28.7 millones de pesos menos (16 %); Aguascalientes, con 35.9 millones de pesos (16 %) y Coahuila, con 37.1 millones de pesos (14 %).

En contraparte, las entidades que incrementaron sus recursos del 2019 al 2020 en los programas de educación operados por la administración federal, principalmente becas, fueron Chiapas, Oaxaca y Yucatán; las tres entidades pertenecen al sur del país.

Durante el 2019, en el Presupuesto de Egresos de la Federación, a Coahuila le fueron programados 261.6 millones de pesos, luego en el presupuesto 2020 sólo se previeron 49.7 millones de pesos en programas programas de educación, aunque finalmente se destinaron, al cierre del 2020, 224.5 millones de pesos, cifra menor en 37.1 millones de pesos.

El impacto no sólo fue por la baja en los recursos económicos, sino también por la redistribución de los recursos con programas y becas de la nueva administración federal.

Por ejemplo, se eliminó Prospera, pero se colocaron 155.9 millones de pesos a la beca “Benito Juárez”, mientras el programa de Fortalecimiento a la Excelencia Educativa perdió 300 mil pesos del 2019 al 2020.

La Beca Elisa Acuña aumentó 29.8 millones de pesos, el programa Nacional de Becas perdió 15 millones de pesos, en tanto que en equidad e inclusión educativa se perdieron 2.1 millones de pesos, y el programa para el Desarrollo Profesional Docente siguió en ceros.