Recicletas
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Recicletas
El Consejo General del INE le dio una vuelta más a la tuerca de la falta de credibilidad de los mexicanos en sus instituciones electorales. El pasado viernes de reunieron para resolver sobre los dictámenes de fiscalización supuestamente aprobados una semana antes por la Comisión correspondiente. Pero resulta que en plena sesión la Comisión de Fiscalización seguía manoseando los dictámenes y adjuntando feos mamotretos denominados “engroses” (¡Vaya nombrecito, tan premonitorio de lo que nos espera!). El INE se vio como un árbitro de futbol que en pleno encuentro cambia las reglas del juego para favorecer al equipo con mayor capacidad de hacer ruido en la tribuna. Por eso decidí ocupar mi tiempo en comentar una nota más positiva.
Hay acciones sencillas que tienen un potencial de generar beneficios sociales y ambientales interesantes. Esa impresión me dio la iniciativa impulsada por la Dirección de Medio Ambiente de la ciudad de Torreón, divulgada en una nota publicada por VANGUARDIA el viernes pasado. Se trata de un programa de manejo de algunos de los componentes de la basura diariamente generada por los comercios localizados en el centro de esa urbe.
Susana Estens, titular de esa dependencia, explicó la mecánica de funcionamiento: Los negocios de esa zona de Torreón aceptaron participar separando y entregando los elementos reciclables, como el aluminio, cartón y envases de PET. Estos materiales serán recolectados por pepenadores en triciclos bautizados como “Recicletas”, para posteriormente ser comercializados en los establecimientos en los cuales se procesan. También se contempla la recolección de material orgánico para su aprovechamiento en la elaboración de compostas.
Revisemos algunos de los impactos de la propuesta. Las personas que se dedican a la pepena son generalmente adultos mayores, usualmente sin acceso a protección social y por lo tanto sin pensiones que les permitan sobrevivir decorosamente. Realizan actividades físicamente demandantes para su edad y lo hacen en condiciones adversas; algunos caminando, otros arrastrando “diablitos” y los más empujando triciclos rebosantes de materiales. En Saltillo, son usuarios frecuentes de las ciclovías, pues sobre las mismas pueden trasladarse con seguridad. La preselección de la basura en su lugar de generación, la definición de rutas óptimas para su recolección y entrega, así como la disponibilidad de mejores medios para su transporte, son condiciones que pueden ayudar a hacer más llevadera la tarea de los pepenadores y a mejorar sus niveles de ingreso.
Los comercios generadores de basura pueden instrumentar prácticas de preselección y disponer de un porcentaje elevado del total generado sin costo. Los establecimientos de acopio y manejo, pueden también beneficiarse de un sistema más organizado de captura que, por lo mismo, podría elevar los volúmenes reunidos para su procesamiento.
Por su parte, los residuos que deban ser transportados por los camiones recolectores de basura deben disminuir su monto considerablemente, de manera que se requieren menos viajes, lo cual reduce costos de combustible, mantenimiento, contribuyendo a reducir el ruido y las emisiones de gases de efecto invernadero.
Menos camiones recolectores permiten aligerar la carga vehicular en las vialidades, mejorando las condiciones de circulación, con beneficios en costos, tiempos de traslado y un abatimiento adicional de emisiones de contaminantes.
Valdría la pena que en otras ciudades de la entidad, por ejemplo en Saltillo, las autoridades se tomaran la molestia de hacer una evaluación costo beneficio de su eventual implementación. ¿Será mucho pedir?
Y José Feliciano vio,…, pero borrosón. El arquitecto Martín Nava, Director de Obras Públicas del Ayuntamiento, cumplió parcialmente su promesa de repintar los tramos afectados por la repavimentación sobre Avenida Universidad y el Periférico Echeverría. Lo hizo sobre ésta última vialidad, pero no sobre la primera.
Quedó también pendiente la reposición de bloques de neopreno, indispensables para dar un poco de seguridad a los ciclistas, especialmente cuando circulan paralelamente a vialidades primarias, como el Periférico Echeverría. Seguiremos al pendiente.