CDMX.- Uno de los principales problemas que hoy enfrenta nuestro país es la cantidad de residuos que se producen. Anualmente, se generan 44 millones de toneladas de residuos, entre los cuales se encuentran residuos orgánicos, inorgánicos e inorgánicos reciclables.

Si bien la historia del proceso de reciclaje comenzó un día que los griegos descubrieron los vertederos e, incluso, ha estado presente desde los comienzos del ser humano y en la propia naturaleza, lo cierto es que, como lo conocemos actualmente, tuvo su origen en Japón, donde, alrededor del año 1031, inició la primera reutilización de papel desechado.

Sin embargo, fue hasta 1970 que se celebró por primera vez el Día de la Tierra, cuando 20 millones de personas en Estados Unidos salieron a las calles a protestar por lo que consideraban una crisis ambiental: derrames de petróleo, el esmog y la contaminación de los ríos.

Desde entonces, año tras año diversas empresas del sector de alimentos y bebidas se han comprometido con el medio ambiente y han adoptado modelos que van más allá de solo reciclar. No solo se preocupan por recolectar residuos, sino además contemplan productos con envolturas reciclables.

Una de ellas es la Industria Mexicana de Coca-Cola (IMCC) que se comprometió a recolectar y reciclar el equivalente del total de botellas que venda para 2030. Su objetivo es contribuir a la meta de un “Mundo Sin Residuos”.

EL RECICLADO COMIENZA EN CASA

Para lograrlo, la Industria Mexicana de Coca-Cola ha impulsado el proceso de acopio y reciclaje que, sin duda, juega un papel indispensable al comenzar con la recolección de envases para, después, llevarlos hacia plantas de reciclaje donde, finalmente, se elaboran nuevos envases con este material reciclado.

Por ello, es fundamental que #HagamosEstoJuntos y deseches tu botella con tapa y etiqueta, para que pueda ser trasladada a las plantas de acopio de PET, donde pasa por filtros de separación y se crean pacas para ser llevadas a plantas de reciclaje como PetStar, la más grande del mundo para PET grado alimentario y que forma parte de la IMCC.

Una vez que la botella llegue a la planta, sea convertida en hojuelas y pase por altas temperaturas de transformación para la creación de pellets, será canalizada para la elaboración de preformas con material reciclado, las cuales son enviadas a las plantas embotelladoras y, mediante la inyección de aire caliente, se convertirán en botellas otra vez.

Además, destaca el trabajo desarrollado, a través de PetStar, en alianza con Fundación Dibujando un Mañana, para impulsar su Centro de Desarrollo Integral Comunitario (CEDIC), el cual tiene como fin mejorar las condiciones de vida de los hijos de quienes se dedican a la recuperación de residuos, brindando servicios de educación, alimentación y atención médica.

Asimismo, la Industria Mexicana de Coca-Cola, en conjunto con PetStar, IMER y ECOCE, ha logrado impulsar cada día la inclusión social y el desarrollo de las comunidades, aunado al fomento del reciclaje, un acto que puede salvar al planeta.