TULTITLÁN, EDOMEX.- Mientras los panteones fueron cerrados para evitar concentraciones y más contagios por la enfermedad COVID-19, el altar de la Santa Muerte estuvo abierto y recibió a cientos de sus seguidores ayer.

Desde temprano residentes de municipios metropolitanos del Valle de México acudieron al recinto ubicado en la localidad mexiquense de Tultitlán para honrar a la también llamada “Niña Blanca”.

Decenas de conductores estacionaron sus vehículos en las inmediaciones de la avenida José López Portillo, en la colonia Fuentes del Valle, para dejarle arreglos florales y cantarle “Las Mañanitas”.

Esa canción y otras de la cultura mexicana fueron interpretadas por músicos que también se dieron cita en uno de los templos más concurridos del Valle de México.

“Hoy recibimos a nuestros difuntos y celebramos a la Santa Muerte porque ella viene y acompaña a nuestros fallecidos para que puedan llegar a la tierra y decirles todo eso que no pudimos decirles en vida”, dijo Crisel Legaria, hermana del fundador del santuario.

Muchos de los asistentes optaron por llegar  desde temprano para evitar a la muchedumbre, pues conforme avanzó el día aumentó el número de simpatizantes provenientes de muchos rincones de la zona conurbada.