SANTA FE, EU.- Gobernadores, políticos y empresarios de Estados Unidos advirtieron ayer que serán desvastadores y catastróficos los efectos de la medida de Donald Trump, de imponer un arancel de 5 por ciento a las importaciones provenientes de México.

“Estos aranceles tienen el potencial de ser económicamente catastróficos”, dijo ayer la gobernadora de Nuevo México, Michelle Lujan Grisham.

La mandataria estatal demócrata dijo que el arancel de 5 por ciento podría poner en riesgo los empleos de decenas de miles de personas en Nuevo México, e hizo un llamado al presidente para que dé marcha atrás a su propuesta.

Lujan Grisham señaló que su estado envía 1 mil 500 millones de dólares en exportaciones a México cada año, y que una guerra comercial devastaría las empresas de la demarcación.

Fabricantes estadounidenses dijeron que los aranceles -que entrarían en vigor el 10 de junio- tendrían consecuencias devastadoras, tanto para ellos como para los consumidores en Estados Unidos. Los mercados bursátiles cayeron como consecuencia de los planes de Trump.

 “Estos aranceles propuestos tendrían consecuencias devastadoras sobre las fábricas de Estados Unidos y sobre los consumidores estadounidenses”, dijo Jay Timmons, director general de la Asociación Nacional de la Industria Manufacturera.

“Hemos llevado nuestras inquietudes a los niveles más altos del gobierno, y los exhortamos vehementemente a considerar cuidadosamente el impacto de esta medida sobre las familias trabajadoras de todo el país”, recalcó Timmons.

El anuncio de Trump afectará en particular a la mayoría de los fabricantes de autos de Estados Unidos. Muchos de ellos importan vehículos de México.

“El sector automotor -y los 10 millones de empleos que sustenta- dependen de que la cadena de suministros y el comercio transfronterizo de Norteamérica siga siendo competitivo globalmente”, dijo la Alianza Automotriz, que representa a las empresas que arman el 70 por ciento de los autos y camiones ligeros que se venden en Estados Unidos.