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Rechazan anular el referéndum en Turquía
“¡NO, esto no ha terminado!”. Con este eslogan, miles de turcos salieron a las calles desde la celebración del reciente referéndum de reforma constitucional, dejando claro que para ellos las urnas no cerraron el domingo. El estrecho margen que separó a la opción del sí (los partidarios de dar más poderes al presidente de la República) y el no, apenas 1. 3 millones de votos, y el elevado número de quejas por supuestas irregularidades durante la votación y el escrutinio (2,5 millones de votos están bajo sospecha) han elevado la tensión política. Una tensión que podría seguir aumentando ya que la Comisión Electoral Suprema se ha negado a admitir la petición de la oposición de anular un plebiscito cuyos resultados los partidos contrarios al Gobierno se niegan a aceptar.
Hasta ahora, las manifestaciones contra el presunto fraude electoral se habían celebrado en calma y sin intervención policial, cosa extraña en la Turquía del último año en la que, estado de emergencia mediante, cientos de concentraciones han sido disueltas por la fuerza. Sin embargo, este miércoles se inició con la detención de decenas de personas. De madrugada, agentes de policía se personaron en los domicilios de 38 personas para llevarlos a comisaría. “Tenían una lista con 38 nombres pero no han podido hallar a todos”, explicó el dirigente del Movimiento Junio Unido, al que pertenecían varios de los arrestados.
PROVOCACIONES
Se les acusa de “incitar al odio y provocar protestas poniendo en duda la legitimidad del referéndum”, un delito que “ni siquiera existe en el Código Penal turco”, afirma Tas: “Son personas que habían participado o dirigido las manifestaciones en Estambul. El único objetivo es tratar de debilitar el movimiento de protesta y amedrentar a la gente. Esta noche habrá más protestas, y mañana por la mañana, probablemente, nuevas detenciones”.