Rechaza director del Seminario Mayor que el asesino del sacerdote saltillense sea ex seminarista

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Rechaza director del Seminario Mayor que el asesino del sacerdote saltillense sea ex seminarista

Foto: Omar Saucedo
‘Estamos completos en el Seminario’, dice director académico
El siguiente paso es limpiar la casa de todas aquellas situaciones irregulares que podrían existir dentro del presbiterio de la Diócesis”.
Josué Marcos García, director académico del Seminario.

Josué Marcos García Agustín, director académico del Seminario Mayor, rechazó la versión sobre que alguno de las dos personas implicadas en el homicidio del sacerdote Joaquín Hernández Sifuentes, hubiera pertenecido o hubiera sido aspirante al Seminario. Asimismo, dijo que es necesario que se haga una reflexión entre cada uno de los presbíteros para saber si se ha actuado contra las leyes divinas. 

“(El homicida) no es ningún aspirante y ningún alumno, estamos todos completos en el Seminario y los 81 alumnos siguen igual”, y recordó que hace algunos años fue compañero en el seminario del padre Joaquín, con quien también compartió su trabajo pastoral en Monclova. 

 

“La muerte de Joaquín en realidad se trata de la muerte de un hermano, nos duele mucho; siempre que se trata de la muerte de un sacerdote procuramos estar presentes la mayoría, pero dadas las circunstancias de su muerte, nos duele aún más”, respondió el director académico.  

Por otro lado, luego que durante la homilía el obispo Raúl Vera López hiciera una autocrítica sobre lo que el presbiterio “estaba dejando de hacer o estaba haciendo mal”, el padre José García reconoció que actualmente se ha perdido el sentido de la fraternidad entre los sacerdotes, porque se ha procurado trabajar en el cumplimiento del Plan Pastoral.  

 

“Somos un presbiterio donde nos hemos enfocado mucho en el trabajo del plan que el obispo nos ha marcado y eso ha provocado que entre nosotros mismos —tras las reuniones que se tienen programadas—  se pierda el sentido de la fraternidad”, lamentó. 

 

Sostuvo además, que tras el homicidio del párroco Joaquín Hernández, el siguiente paso es “limpiar la casa de todas aquellas situaciones irregulares que podrían existir dentro del presbiterio de la Diócesis”.

“Un parámetro para dentro de los sacerdotes es el trabajo en conjunto, porque somos una sola Iglesia, y debemos seguir trabajando sobre los lineamientos del Plan Pastoral. Si existen situaciones humanas que el sacerdote pueda tener, que esas son de muchos tipos, hay que brindarles la ayuda y aquellas situaciones que no tengan remedio, pues hay que dar las gracias”, finalizó.