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Realidad virtual para hablar con los muertos | Futuro Posible
Cuando pensamos en el futuro ocurre algo bastante interesante y, hasta cierto punto, contradictorio.
Quizá lo más común sea imaginamos increíbles avances tecnológicos, distópicos o utópicos, que son siempre inalcanzables, pero nos obligan a buscarlos, imitando con herramientas y fieros los territorios sublimes de la imaginación: sociedades automatizadas, inventos que hacen lo que hoy es imposible, promesas de evolución.
El otro panorama se desarrolla más bien en un pesimismo nostálgico: todo lo que nos dijeron que iba a pasar, y no pasó: ¿dónde están los autos voladores?, ¿dónde las máquinas de teletransportación?, ¿cuánto tiempo falta para que pueda ir a Walmart a comprar mi patineta voladora, eh, McFly?
DATO 1
El gasto mundial en realidad virtual y aumentada pasó de 6.1 mil millones de dólares en 2016 a 18.8 mil millones de dólares en 2019. FUENTE: Firma de investigación y análisis IDC
El título de este columna no es clickbait, llegaremos al punto de hablar sobre la realidad virtual y cómo nos permite reencontrarnos con los muertos. Pero antes de eso, me parece importante plantear la preocupación central de este nuevo proyecto: ¿qué pasa con el futuro?
Como un niño que creció en los 90’s y un joven adulto en la primeras dos décadas del siglo XXI, ninguna de las posturas ya presentadas me parece adecuada. Quizá se deba a haber presenciado el cambio de la vida pre internet y post internet. Ahora todo está aquí, ya, y es posible.
Entonces, ¿el futuro es ese punto lejano que nos inyecta voluntad para avanzar o es este remordimiento? Esta cuestión tan reductible seguramente le genera infartos severos a los estudiosos de la teoría de futuros. No pienso pedir perdón. Soy solo una persona que pasa mucho tiempo en internet, que pasa más tiempo imaginando que centrado en la vida real y que está convencido de que la innovación, la creatividad y la tecnología cambian el mundo de manera profunda sin que nos demos cuenta.
DATO 2
China y los Estados Unidos son los países que más gastan e invierten en realidad virtual. FUENTE: Statista
No sé si ustedes estén de acuerdo o no, pero a mi parece el futuro está ocurriendo ahora mismo. Cada vez es más evidente y palpable que las cosas que hasta no hace mucho le pertenecían a la ciencia ficción se materializan en cualquier rincón del mundo y se vuelven virales en redes sociales.
Justamente eso ocurrió el 6 de febrero de 2020. Facebook y Twitter se llenaron de publicaciones sobre un caso cuando menos curioso en Corea del Sur.
La cadena de televisión MBC transmitió un documental llamado “I MET YOU”, en el cual se cuenta la historia de Jang Ji-sung, quien mediante un dispositivo de realidad virtual, se reencontró con Na-yeon, su hija muerta. Las cosas ocurrieron así.
El programa muestra a la mujer conectada a un headset (visores, audífonos y guantes sensitivos). Mientras que en el plano real se trata de un estudio con pantalla verde, como al que nos han acostumbrado recientemente las producciones de cine. Sin embargo, en el viro, Ji-sung ve un ambiente digital diseñado por Vive Studio que asemeja un parque boscoso.
Con la voz quebrada, ella pregunta “¿dónde estás?”. Entonces una niña aparece por detrás de unos troncos y la llama “mamá”. Además le cuestiona dónde ha estado, si ha pensado en ella y si cree que se ve bonita.
Esta interacción no es real, no ocurre en el plano físico, pero al mismo tiempo sí está ocurriendo y es tan potente, tan emocional, que rompe a la madre en llanto. Esto resulta tan conmovedor como escalofriante.
DATO 3
Para 2023 se estima que el valor de mercado del software de realidad virtual sea de 6.4 mil millones de dólares. FUENTE: Statista
Después vemos a Ji-sung quien sigue platicando con su hija, la mira jugando en un arenero, celebran su cumpleaños en una banca. Incluso hay un pastel virtual y una carta. Pero este último no se trata de un elemento más. La carta es leída en voz alta por Na-yeon, quien le pide que no llore ni sufra por ella y que es momento de seguir adelante.
La experiencia virtual fue creada por Vive Studios y el documental tiene como finalidad ayudar a Ji-sung en el proceso de duelo, ya que su hija murió en 2017 de cáncer en la sangre a la edad de siete años.
Hasta aquí, ¿les parece que esto es parte de algo normal? Quizá aun no, pero será más pronto que tarde. Y es que el proceso todavía es caro. Pero dejando de lado los fierros y la ingeniería, hablemos del lado humano.
DATO 4
Sony es la compañía que más vende dispositivos de realidad virtual en el mundo con 2.2 millones de unidades en 2019. FUENTE: Statista
En mi opinión este tipo de proyectos son maravillosos. Abren la puerta hacia escenarios que no son fáciles de prever. Y eso es genial. Pero al mismo tiempo, creo que deshumaniza un poco.
Es decir, de volverse habitual, de ser mainstream, ya no vamos a tener que lidiar con las pérdidas. De alguna manera estos momentos nos hacían madurar, nos hacían ser introspectivos con nosotros mismos y tener un proceso de aprendizaje.
Algo que me fascina de la tecnología es que nos obliga a adaptarnos a nuevas realidades y a nuevos entornos que, como dije al principio, antes solo era posible en la ficción.
Obviamente esto todavía no está democratizado e incluso cuando lo esté, estas experiencias no van a ser para todo el mundo.
DATO 5
El grupo de inversión Goldman Sachs estima que para 2025, el 60% de las ganancias del mercado de realidad virtual vendrán de videojuegos, transmisión de eventos masivos y shows de televisión
No dejo de pensar si yo me atrevería a vivir algo. Si la tecnología me permitiera acceder a esto sin complicaciones, ¿estaré dispuesto a reencontrarme con mi mamá, mi papá, mi hermano, mi novia en caso de que mueran?
¿Sería realmente una ayuda o me volveré más aprehensivo?, ¿podré cerrar ciclos o más bien se convertirá en una nueva droga emocional que evitará procesar la pérdida?
No lo sé. Me parece más adecuado intentar algo más con mis mascotas. Y ya decir que algo es adecuado o no en este contexto es por demás extraño, extraño, extraño.
Y entrando en el terreno de lo raro, también me pregunto si esto va a modificar la relación que tenemos con los objetos físicos. Yo, por ejemplo, tengo una relación muy íntima con posesiones como mi computadora, la cual tiene un nombre. O mi vaso favorito, que también está dotado de un nombre y personalidad. ¿Si alguno se rompe, se descompone, o es robado, podré recrearlo de forma virtual e interactuar de nuevo? Is that creepy enough? does it makes you cringe?
Más alla de mis elocubraciones egoistas, seguramente la aplicación de esta tecnología a cuestiones sociales también puede tener un gran impacto. Pienso en el caso de Coahuila, que enfrenta desde hace años un terrible problema: la desaparición forzada. El delito ocurre. Las víctimas quedan permanentemente en una exigencia de justicia. Las acciones del Estado son insuficcientes al momento de reparar el daño. ¿Puede la realidad virtual ofrecer una vertiente que no hemos explorado para que las familias y amigos enfrenten esta pérdida? Tal vez.
Con esto no quiero decir que la realidad virtual sea una solución frente a al desaparición forzada, pero sí que abre un camino que puede ayudar.
Este monólogo se está poniendo raro, así que mejor lo cortamos. Lo que sí me gustaría saber es… ¿estarías dispuesto a tener una experiencia así?
Si te interesan estos temas te recomendamos visitar nuestra sección especial de #Guía Básica para pasar estos momentos de cuarentena en modo de aprendizaje y de mejora personal.
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