‘Reactivación’ en la UAdeC, ¿es seguro para todos?

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‘Reactivación’ en la UAdeC, ¿es seguro para todos?

La Oficialía Mayor de la Universidad Autónoma de Coahuila indicó a sus empleados, mediante una circular emitida el pasado miércoles, que a partir del próximo lunes deberán reincorporarse, de forma presencial, a sus actividades ordinarias.

La circular señala de forma explícita, que “todos los trabajadores deberán acudir a sus centros de trabajo” para desarrollar sus actividades, algo que en primera instancia no pareciera admitir excepciones y ser indicativo de que la totalidad de las actividades en dicha institución se reanudarían de forma presencial, lo cual incluiría la impartición de clases.

Como se ha comentado anteriormente respecto de la reactivación de las actividades educativas en Coahuila, es necesario tener en cuenta que el hecho de que el personal docente y administrativo haya sido vacunado no necesariamente implica que la máxima casa de estudios de la entidad debe considerarse un lugar “seguro” en términos de la pandemia provocada por el coronavirus SARS-CoV-2.

Por otra parte, el hecho de que el comunicado emitido no contenga matices obliga a cuestionar qué pasa con las empleadas –o las alumnas– de dicha institución que estén embarazadas o con quienes hayan decidido no aplicarse la vacuna.

Habrá que insistir en el hecho de que todos deseamos retomar nuestras actividades en la forma en la cual las realizábamos antes de que esta pandemia apareciera, pero que entre el deseo y la realidad media una serie de actividades que es indispensable realizar si no queremos convertir a las instituciones educativas en los nuevos focos de propagación del virus.

En este sentido, conviene insistir en el hecho de que, por regla general, ningún alumno de la UAdeC ha sido inmunizado y que ello constituye un riesgo que es necesario evaluar.

Por otra parte, igual que en el resto del sistema educativo es necesario considerar las ventajas que, así sea de forma circunstancial, la pandemia nos ha permitido explorar en términos de educación a distancia y de las modalidades mixtas que han sido exploradas en los últimos meses.

Y es que la inmensa mayoría de la población no ha sido aún inmunizada y quienes no han recibido la vacuna son susceptibles de contagio y del desarrollo de los síntomas graves de COVID-19, lo cual es un riesgo que no podemos darnos el lujo de correr.

Las instituciones de educación superior representan la vanguardia de la sociedad y en este sentido tendrían que ser el ejemplo de lo que el resto de la sociedad debemos hacer en términos de una respuesta eficaz ante los efectos de la pandemia.

Por ello, es importante que las decisiones que se tomen en este espacio sean producto de la más detenida reflexión y no solamente un impulso que, aún incubado en las mejores intenciones, pudiera derivar en un resultado indeseable para todos.