El director de la Casa del Migrante de Saltillo, Alberto Xicoténcatl, dio a conocer que el albergue de la organización ya ha reabierto sus puertas para brindar servicio a personas migrantes; informó asimismo, que el Gobierno de Coahuila deberá encargarse de asilar a las personas que se encuentren sospechosas de COVID-19.

La Casa del Migrante fue cerrada luego de detectarse un brote de coronavirus tras la muerte del sacerdote Pedro Pantoja, a causa del COVID-19.

La mecánica que fue acordada tras desechar la propuesta de habilitar un albergue temporal, consiste en que las personas que se encuentren dentro de la Casa del Migrante tendrán que pasar por un filtro especial para identificar a sospechosos de ser portadores del coronavirus y a quienes se detecte con algún síntoma, tendrían que ser instalados en un área especial de un hotel de la ciudad, asignado por el Gobierno del Estado.

“El albergue se pretendía instalar en las bodegas del Gobierno, pero en ese lugar iba a haber mucho circuito y eso aumentaba el riesgo, porque solo iban a poder estar en la noche. Lo que vimos más apropiado junto con el Gobierno, que fue que ellos se hicieran cargo de las personas sospechosas y nosotros del resto, que son los más”, informó Alberto Xicoténcatl.

Hasta ahora son siete personas adultas y una familia las que fueron instaladas en un ala de un hotel habilitada especialmente para esos casos; sin embargo, Xicoténcatl dice que hasta hoy no hay un seguimiento a los mismos, así como en la Casa del Migrante todavía están personas que se encuentran bajo sospecha, aisladas, sin que el Gobierno cumpla con trasladarlas al hotel.

“El Estado asumió solamente siete casos y una familia, no está siendo responsable de los nuevos casos sospechosos. Hubo el compromiso de que los nuevos casos iban a irse a hotel, y eso no ha ocurrido hasta ahorita, los seguimos teniendo nosotros”, expresó.

En ese sentido, hizo un llamado a las autoridades a cumplir con los acuerdos y encargarse de estos casos, pues son correspondientes de la salud pública, así como darles los cuidados necesarios a las personas que sean trasladadas.

Luego de que dos voluntarios de la Casa están clasificados como positivos al COVID-19, Xicoténcatl dijo que el Gobierno Federal debería considerar a las personas que atienden a grupos vulnerables o de atención humanitaria como uno de los esenciales para la aplicación de la vacuna, por el extremo riesgo que están corriendo.

A diario, a la Casa del Migrante arriban por lo menos 100 centroamericanos; no todos ingresan al lugar.